- Pánuco, Ziván, Zumpango o Ixpango es Zipango
- Zipango es México, Centroamérica y las costas de Perú; el nombre indígena con el cual América fue conocida en el mundo durante la Edad Media.
- Zipango es Zumpango en chino.
- El texto de Marco Polo describe a México, no a Japón.
- Durante el siglo XVI, los cartógrafos representaron Zipango como una isla gemela de México.
- Sobre el origen del nombre Japan.
- Zipa, título antiguo de los gobernantes de cultura muisca de Colombia, que al momento de entronizarse de bañaban en oro, existiendo además, los topónimos Zipacón y Zipaquirá.
- Otros casos
- Conclusión
Pánuco, Ziván, Zumpango o Ixpango es Zipango
Como vimos en la nota anterior, tenemos algunas evidencias, en fuentes indígenas, de que el Zipango de Marco Polo, Toscanelli y Cristóbal Colón, podría ser México:
- Los indígenas mesoamericanos consideraban a la región como una isla (Cemanáhuac, ''tierra rodeada de agua'').
- Una tradición oral recogida en el siglo XVI por Bernardino de Sahagún, dice que en el momento de su primer ''descubrimiento'', por los indígenas, ''en un cierto tiempo que ya nadie puede contar, del que ya nadie puede acordarse'', todo el territorio de México, o bien el de Mesoamérica, recibió un solo nombre: ''con un solo nombre era mencionada, como si se hubiera hecho esto un mundo pequeño''. Ese nombre fue Pánuco.
- En la toponimia mexicana encontramos lugares llamados Pánuco tanto del lado del Mar Caribe como del lado del Océano Pacífico.
- Desde el punto de vista conceptual y etimológico, Pánuco o Panutla, ''donde se pasa por encima del agua'', y Pánoco o Panco (de pano, ''atravesar'', y co, ''lugar'', ''por donde se pasa'') se pueden considerar hasta cierto punto equivalentes.
- Pánoco o Panco, tiene tendencia a derivar en Pango, como Tsompanco (''lugar del tsompantli'') en Zumpango, e Ixpanco (''por aquí se pasa''), en Ixpango.
- Zumpango era un reino muy conocido, asociado a México Tenochtitlán, al cual pertenecieron, por razones dinásticas, algunos gobernantes méxicas del periodo prehispánico.
- Zumpango fue un centro ceremonial, igual que Ziván, uno de los nombres de Tula. Ambos fueron, como México Tenochtitlán, ''ombligos del mundo'', ónfalos, lo cual queda expresado en la propia etimología del nombre: ''lugar del tsompantli'', ''cueva''. Ambos remiten a la matriz, lo originario, el inframundo.
- Los nombres Zumpango y Ziván caracterizan a México y pueden fusionarse en Zipango.
- Ixpango es un apellido frecuente en México. Los diccionarios nos dicen que es un topónimo. Por otro lado, muchos apellidos se han originado en la historia a partir de topónimos. Sin embargo, no tenemos localidades destacadas en México con este nombre; por eso mismo podría ser el nombre genérico de México. Ixpango (Ixpanco) quiere decir casi lo mismo que Pánuco (Pánoco), ''por aquí se pasa''. Un paso, una encrucijada. Ixpango también pudo haber dado Zipango.
- La forma de representar su ''pequeño mundo'' por parte de los antiguos méxicas, era por medio de un rectángulo rodeado de agua (Anáhuac en el Cemanáhuac) con un ónfalo en el centro, México Tenochtitlán Zumpango:
- En los mapas de la Edad Media, Zipango aparece representada como una isla de gran tamaño y de forma rectangular, no muy lejos de las islas Azores y Canarias:
Mapa de Zipango (Zipangu) según Toscanelli. El destacado en amarillo es mío. |
Y ahora una digresión. En el siglo XIX se descubrió un sitio arqueológico, en el lago Tuvá, actual República de Tuvá, en la Federación Rusa, al Norte de Mongolia, en Siberia. El sitio se encuentra en una isla en el lago; este dato, y el hecho de que se trate de un centro ceremonial, religioso, erigido probablemente por monjes de la dinastía Tang en el siglo VIII d.C. hacen pensar que se trató de un ónfalo. Es interesante notar que Tuvá, y Tuval, Tupá (''padre'', ''Dios'', en guaraní) así como Zivá, en quiché, suenan parecido.
En dicho sitio se ha encontrado un glifo con estas características:
Se supone que la gente de Tuvá vino de China, y, en efecto, en China, encontramos ese tipo de glifos, pero también en México, por ejemplo en Izapa:
Tienen aspecto como de cráneos alados, o quizá, mejor, de cráneos floridos. Tsompantli, en náhuatl, es tanto un dispositivo donde se coloca una calavera, como el nombre de una flor roja; mientras que zompantle es ''árbol''; el cráneo y el árbol simbolizan la regeneración bajo la forma que expone la Epopeya de Hunahpú e Ixbalanqué. Y el escudo de Zumpango, que deriva de Tsompanco, es el siguiente:
Esa figura celeste (azulada, en realidad) que parece que tuviera alas, se lee ''cerro''; el color indica que se encuentra en un lago. Ahora observemos el glifo que se ve en lo que sería la base del cerro, que simboliza el infierno o Mictlán; hallamos uno muy parecido en China (dinastía Chou) y entre los mayas:
Zivá es uno de los nombres de Tula, e Izapa fue, originariamente, una de las tantas colonias de Tula. En los bajorrelieves de Izapa se encuentran ilustraciones de los mitos del Popol Vuh y se ha creído leer el glifo ''Siete Cuevas'' (Vucub Zivá). Puede ser que, en algún momento de la prehistoria, Zivá haya sido colonia (religiosa) de Tuvá, en Siberia, sobre todo teniendo en cuenta que la tradición oral indica que los primeros pobladores de México llegaron atravesando un mar, y que las islas Aleutianas unen Siberia y Norteamérica.
En otra parte de esta bitácora ya nos referimos a las peregrinaciones rituales como mecanismo de difusión cultural prehistórica:
http://indoiberia.blogspot.com/2014/02/y-si-espana-fuera-el-nombre-indigena-de_2323.html
Zipango es México, Centroamérica y las costas de Perú; el nombre indígena con el cual América fue conocida en el mundo durante la Edad Media.
Ahora veamos evidencias asiáticas y europeas que nos indican que Zipango podría ser México. La versión tradicional identifica a Cipango, Zipango, Zipangu o Zippangu con Japón. Se supone que esta confusión aparece en los mapas antiguos:
Foto RT |
En dicho sitio se ha encontrado un glifo con estas características:
Foto RT |
Se supone que la gente de Tuvá vino de China, y, en efecto, en China, encontramos ese tipo de glifos, pero también en México, por ejemplo en Izapa:
Tienen aspecto como de cráneos alados, o quizá, mejor, de cráneos floridos. Tsompantli, en náhuatl, es tanto un dispositivo donde se coloca una calavera, como el nombre de una flor roja; mientras que zompantle es ''árbol''; el cráneo y el árbol simbolizan la regeneración bajo la forma que expone la Epopeya de Hunahpú e Ixbalanqué. Y el escudo de Zumpango, que deriva de Tsompanco, es el siguiente:
Zumpango |
Esa figura celeste (azulada, en realidad) que parece que tuviera alas, se lee ''cerro''; el color indica que se encuentra en un lago. Ahora observemos el glifo que se ve en lo que sería la base del cerro, que simboliza el infierno o Mictlán; hallamos uno muy parecido en China (dinastía Chou) y entre los mayas:
Zivá es uno de los nombres de Tula, e Izapa fue, originariamente, una de las tantas colonias de Tula. En los bajorrelieves de Izapa se encuentran ilustraciones de los mitos del Popol Vuh y se ha creído leer el glifo ''Siete Cuevas'' (Vucub Zivá). Puede ser que, en algún momento de la prehistoria, Zivá haya sido colonia (religiosa) de Tuvá, en Siberia, sobre todo teniendo en cuenta que la tradición oral indica que los primeros pobladores de México llegaron atravesando un mar, y que las islas Aleutianas unen Siberia y Norteamérica.
En otra parte de esta bitácora ya nos referimos a las peregrinaciones rituales como mecanismo de difusión cultural prehistórica:
http://indoiberia.blogspot.com/2014/02/y-si-espana-fuera-el-nombre-indigena-de_2323.html
Zipango es México, Centroamérica y las costas de Perú; el nombre indígena con el cual América fue conocida en el mundo durante la Edad Media.
Ahora veamos evidencias asiáticas y europeas que nos indican que Zipango podría ser México. La versión tradicional identifica a Cipango, Zipango, Zipangu o Zippangu con Japón. Se supone que esta confusión aparece en los mapas antiguos:
La explicación tradicional sobre la etimología del nombre es que Zipango deriva de un término en japonés antiguo, Nippon (Nihon en la actualidad), que al pasar del chino medio (Nibon-guo) al antiguo mandarín (Rìbĕn-guó) termina por dar las variantes dialectales Japan y Zipango. Aunque no concordamos con esta hipótesis es de destacar la importancia de la observación hecha por sus autores de que Japan y Zipango son dos topónimos que aparecen primero en las lenguas europeas que en japonés. No parecen ser, entonces, de origen japonés. Cómo llegan a las lenguas europeas antes que al japonés es lo que, en parte, tratamos de explicar.
- Zipango es Zumpango en chino
Invitamos, sin embargo, al lector a observar la semejanza entre el chino (mandarín) pan (''escalar'', raíz de otras palabras como pāndēng, ''subir'') y las raíces del japonés antiguo pan (Japan, aunque se discute si este término es japonés) ppon, (Nippon) teniendo en cuenta que según pronunciemos la palabra en chino y según sea el ideograma utilizado, puede significar:
Ideograma chino que se lee PAN (escalar). Diccionario de chino on-line. |
- pan: ''escalar''
- pán: ''plato''
- pá: ''arrastrarse y gatear''
- pán (con otro ideograma): ''circular'', ''viento'', ''bucle'', ''enroscado''.
Según se pronuncie, pan puede asociarse con lo alto o lo bajo. Tengamos presente, por otro lado, que Japón es un lugar montañoso y también, con forma de bucle. Además Japón es el nombre tradicional de una región dentro de una isla, de toda una isla, o de un archipiélago. Sin embargo, esto mismo podría decirse de América, con sus cordilleras del lado del Pacífico, sus mesetas y llanuras del lado del Atlántico, y sus costas muy recortadas.
Pán es el nombre de un dragón acuático chino, y está claro que el nombre de ese dragón deriva de la cuarta forma pán.
Pángǔ o P'ánkǔ fue para los chinos, el primer ser vivo a partir del cual se fue formando el mundo (gu en chino es ''antiguo'', mientras que guo es ''país''). Notemos que el nombre de este hombre mundo originario (antropocosmos) se parece al nombre que, según la tradición oral, los primeros mesoamericanos le dieron a su ''pequeño mundo'': Pánuco (pan es ''sobre'', ''superficie'', pano significa ''atravesar'', y co, ''lugar''). Notemos que así como ''lugar'' es co, en náhuatl, ''país'' es guó, en chino.
Ideograma mesoamericano que se lee PAN (''lugar sobre'') |
Pan, en quechua (América del Sur), es raíz de todas aquellas palabras que indiquen llanura o llaneza, mientras pan en náhuatl (América del Norte y América Central), significa ''lugar sobre'', por lo mismo que pan, en chino, pronunciado de diferente manera, puede significar ''altura'' o ''llanura''. En tagalo (Filipinas), ''país'' se dice bansa.
Observemos ahora que así como co (o go) es ''lugar'' en náhuatl (América del Norte y América Central), gua es ''originario'' en guaraní:
Uruguay.- De Yruguai: ''De donde es la madre del río''. (Ruiz de Montoya, 1585-1652).
Paraguay.- De Paraguái: ''País del río coronado'', es decir, del río Paraguay (Ruiz de Montoya).
Guayana.- De Guai ianá: ''De donde los vientos'', ''Tierra de vientos''.
Xingú.- Nombre de un río de Brasil.
(No es tan diferente la idea cuando en náhuatl se dice ''azteca'', ''chichimeca'' en el sentido de ''originario de'').
Xingú.- Nombre de un río de Brasil.
(No es tan diferente la idea cuando en náhuatl se dice ''azteca'', ''chichimeca'' en el sentido de ''originario de'').
En chino, los nombres de países se forman con el locativo guó, que en el penúltimo ejemplo (Déguó) de la siguiente lista, se pronuncia guá:
Zhōngguó.- De Zhōng, ''centro'' o ''frontera'', y guó, ''país''. Es el nombre chino de China.
Mĕiguó.- América en chino.
Hánguó.- Corea del Sur.
Déguó.- Alemania.
Gŭbā.- Cuba: Igual que en Pángǔ.
Gŭbā.- Cuba: Igual que en Pángǔ.
En cuanto al significado de zi en chino, dependiendo de cómo se pronuncie, puede significar ''palabra'', ''hijo'', o también ''violeta, púrpura''. Vamos a quedarnos (por las razones que más adelante explicaremos) con este último sentido, zĭ.
Tenemos entonces que Zĭ Pán Guó o Zĭ Pan Guó, o simplemente Zĭpán Guó (como Zumpan Go) es una palabra perfectamente china y perfectamente americana que significaría ''el país que se escala'' o ''el país que se circunda'' de color ''violeta o púrpura'' o ''lugar de la púrpura'' o ''del violeta''.
En definitiva viene a significar lo mismo que Zumpango, ''lugar de la flor roja, por donde se pasa'', de tsompantli, ''flor roja o colorín'' del árbol zompantle y panco, ''por donde se pasa''.
Flor roja que da nombre a Zumpango. Créditos: Dieter Wimberger |
En apoyo de esta hipótesis se puede citar un fragmento del Liang Zhu (''Libro de Liang'' del año 635 d.C.), que dice:
''Fusang (en chino Fúsāng; no tiene un significado preciso: Sānguó sería ''Tres reinos'', y Fú, ''afortunado'', ''Los Tres Reinos Afortunados'', pero luego resulta que fusang es el nombre de una planta) está a 20.000 li (un li equivale a 0,1 km; hay unos 11.000 km aproximadamente entre Corea y México) hacia el Este del país de Dahan (Gran Han, Península de Corea), y situado al Este de China [...] En esa tierra hay muchas plantas fusang. El lugar era rico en cobre y vestigios de oro y plata, pero no de hierro... Producen papel con la corteza de las plantas fusang para escribir y la tela es producida a partir de las fibras de la corteza, que se utiliza para trajes o taparrabos''.
''Sus casas y cabañas eran construidas con madera de morera roja. Los frutos y brotes tiernos de las plantas son su fuente de alimentos. Cazan ciervos para la carne y leche, al igual que los chinos crían ganado en casa, y producen queso con leche de venado. Viajan a caballo y transportan sus mercancías con carros o trineos tirados por caballos, búfalos o ciervos''. (Citado por Lily Chow, 2001).
Corteza de amate, utilizada en México como papel. Fuente: Galería Garros |
''Sus casas y cabañas eran construidas con madera de morera roja. Los frutos y brotes tiernos de las plantas son su fuente de alimentos. Cazan ciervos para la carne y leche, al igual que los chinos crían ganado en casa, y producen queso con leche de venado. Viajan a caballo y transportan sus mercancías con carros o trineos tirados por caballos, búfalos o ciervos''. (Citado por Lily Chow, 2001).
Mapa chino conocido como mapa Kangnido, elaborado hacia 1400, con una representación exagerada de la Península de Corea (a la derecha), -que el Liang Zhou toma como referencia para calcular la distancia a Fusang- en comparación con África y Europa (a la izquierda). |
El nombre del país de las plantas fusang, de fruto rojo, resulta ser Fusang, que de esta manera viene a significar lo mismo que Zumpango, pero adaptado a la fonética china por metátesis de consonantes, la que nos daría Pu(m)sango, y teniendo en cuenta que el fonema p puede evolucionar a f, Fusango, igual que en persa Ispahán cambia por Isfahán. La planta fusang sería el árbol zompantle. El hecho de que se mencione al ganado significa que se incluye en la región de Fusang, América del Sur. En México no tenían leche, ni elaboraban queso, pero, el pulque es una bebida de origen vegetal, producida a partir del maguey, que tiene la misma apariencia que la leche y un valor nutritivo comparable. No hay que olvidar en Norteamérica, la existencia del búfalo o bisonte americano (Bison bison). La leche de búfala se considera de superior calidad que la vacuna, y es utilizada para elaborar el queso mozzarela, originado en Italia en el siglo XVI, que adquiere sus características por ese motivo (Ecured).
Bisonte americano (Bison bison). Fuente: Wikipedia. |
Por otro lado, es posible elaborar leche y queso a partir de la llama y la alpaca, que suelen utilizarse en el área andina como medio de transporte. En realidad, se desconoce si durante el periodo prehispánico se extrajo leche de estos camélidos, así como en los países árabes se extrae del camello hembra (camella) y si se elaboró queso. No es imposible, y el tema está en proceso de investigación (Manuel Jaime Dávila Acevedo, Daniel W. Glade, 1993).
Lámina de la antigua enciclopedia china San-ts’ai t’u-hui mostrando el ordeñe en el reino de Fusang de lo que parece un ciervo o un camélido. |
A los efectos de interpretar el texto que venimos comentando, hay que tener presente que el guanaco puede ser confundido con el ciervo, la alpaca con la oveja, y la llama (sobre todo, trasquilada) con el caballo, como les ocurrió al principio a los españoles. En cuanto al búfalo, hay que tener presente que en China se ara utilizando el búfalo de agua (Bubalis bubalis).
Guanaco. Fuente: Wikipedia. |
Alpaca o vicuña trasquilada. Fuente: Wikipedia. |
Llama. Fuente: Wikipedia |
- El texto de Marco Polo describe a México, no a Japón
Marco Polo es quien sugiere que Zipango es Japón cuando inserta en el diario de viajes un relato sobre cierta expedición de conquista ultramarina del Gran Khan. El mapa de Toscanelli -es decir, su reconstrucción- que mostramos más arriba, está basado en los relatos de Marco Polo. Antes de interpretar el pasaje de Marco Polo sobre Zipango, observemos que en el mapa de Toscanelli, en el que se basó, a su vez, Colón, Zipango, sin embargo, era ubicada donde hoy sabemos que se encuentra México:
Reconstrucción del Planiferio de Toscanelli, de 1474. Wikimedia Commons |
Sobre todo, el Zipango o Cippangu de Toscanelli coincide con la costa mexicana que da hacia el Pacífico. Y la descripción de Marco Polo también nos recuerda esa región de México.
Marco Polo (1254-1324) viajó en el siglo XIII desde Venecia a China siguiendo la ruta de la seda. El relato de sus viajes, escrito en dialecto francoitaliano, Il Milione (traducido como ''El Libro de las Maravillas'') no fue directamente escrito por él, sino dictado a Rustichello di Pisa, entre 1298 y 1299. En el Libro III de Il Milione se encuentran datos sobre la isla de Zipango, a la cual le dedica el mismo espacio que a la India, es decir, un epígrafe dentro de una sección:
''Cipango es una isla a Levante que está a 1.500 millas apartada de la tierra en alta mar. Es una isla muy grande. Los indígenas son blancos, de buenas maneras y hermosos. Son idólatras y libres y no están bajo la señoría de nadie. Tienen oro en abundancia, pero nadie lo explota, porque no hay mercader ni extranjero que haya llegado al interior de la isla''.
Sin embargo, la milla a la que Marco Polo se refiere es, con toda probabilidad, la milla náutica. Esta se calcula de otra manera: como equivalente de 1 minuto de grado de latitud, la longitud de un arco de 1 minuto de meridiano terrestre. En la actualidad, equivale a unos 1850 m, en tanto se considera que 60 millas náuticas es la medida de un grado terrestre. Hecha la cuenta (si este fuera el caso) nos da 2.778 km, 685 km al Este de Tokio. Esta distancia de casi 3.000 km ya es significativa, y no representa, de ningún modo la distancia entre la costa china y la costa de Honshu, que es de unos 1.000 km como máximo. Sería como multiplicar por 3 el ancho del Mar del Japón o del Mar de China Oriental.
Marco Polo es, a pesar de sus méritos, la fuente de uno de los más grandes errores cartográficos de la historia. ¿A cuánto equivalía la longitud de un arco de 1 minuto de meridiano terrestre en tiempos de Marco Polo y qué porcentaje de la circunferencia terrestre representaba esta distancia entre China y Zipango? Esta fue la gran pregunta de Toscanelli y Cristóbal Colón. Ellos tuvieron que partir de cálculos realizados siglos antes en estadios griegos y millas árabes cuya medida exacta no se conocía bien en Europa. Por ejemplo, la medida de la milla árabe podría llegar a variar entre 2.160 m hasta 1.482 m. Si el cálculo anterior lo hubiéramos hecho sobre millas de 2.160 m, la distancia entre China y Zipango hubiera resultado todavía mayor, de 3240 km.
Esta disparidad de criterios impedía conocer otro dato fundamental: qué medida asignaron los árabes a la circunferencia terrestre. Por ejemplo, Al Biruni (973-1050), la calculó en 20.160 millas árabes que podrían ser 43.545,6 km o 29.877 km, según los dos criterios extremos a los que hicimos referencia. En el segundo caso, el tamaño del globo terrestre se estaría reduciendo considerablemente en comparación con la realidad: la circunferencia terrestre mide unos 40.007,8 km.
Por su parte, el erudito árabe conocido como Alfragan calculó que un grado de meridiano terrestre mide 56 2/3 millas árabes, lo cual indica que trabajaba con millas náuticas (calculadas sobre el grado terrestre) y no romanas. Pero como los europeos tenían que definirse por uno entre muchos criterios, Pierre D'Aily, el autor de Imago Mundi (1410) optó por la medida del grado de Alfragan, pero supuso que las millas de Alfragan eran millas romanas, que, como vimos, miden unos 1.480 metros. En este caso el grado de meridiano pasaba a valer 83,98 km, y no los 111,133 km de la realidad (111,133 x 360 = 40.007,8 km; 83,98 km x 360 = 30.232,8 km). La Tierra se reducía en un 25%. Sabemos que Colón leyó a Pierre D'Aily porque ha llegado hasta nosotros un ejemplar del Imago Mundi con anotaciones de Cristóbal Colón. Esta obra se editó con imprenta por primera vez entre 1480 y 1483 en Lovaina.
Por otra parte, Marco Polo, tratando de conciliar a Marino de Tiro (60 d.C.-130 d.C.) quien proponía que la superficie habitada de la Tierra abarcaba unos 225º de los 360º, y Ptolomeo (100 a 170 d.C.) quien consideró exagerada la distancia que los geógrafos anteriores atribuyeron al Mar de China o Mar del Sur (en realidad el Océano Pacífico), había calculado que la distancia entre Europa y China por el Este era mayor que la real. De esta manera, China, quedaba más cerca de Cipango o Zipango por el Este. Este dato es clave, porque significa que Marco Polo ''acortó'' la distancia entre China y Zipango entendido como México, y entre Europa y Zipango por el Oeste. (En el mapa de Toscanelli, las 10.700 millas que hay entre Canarias y Zipango quedan reducidas a 2.400).
El mapa de Toscanelli recogió este criterio de Marco Polo. Lisboa está más cerca de Quinsay por el Oeste; por otro lado, las islas Canarias están más cerca de Zipango, y Zipango de Zaiton (nombre árabe de Quanzou, ciudad ubicada frente a Taiwán, al Norte de Cantón o bien la misma Cantón):
''Los habitantes de este lugar son blancos, lo que permite refutar el punto de vista de que las personas que viven en latitudes australes tienen la piel negra''.
Marco Polo (1254-1324) viajó en el siglo XIII desde Venecia a China siguiendo la ruta de la seda. El relato de sus viajes, escrito en dialecto francoitaliano, Il Milione (traducido como ''El Libro de las Maravillas'') no fue directamente escrito por él, sino dictado a Rustichello di Pisa, entre 1298 y 1299. En el Libro III de Il Milione se encuentran datos sobre la isla de Zipango, a la cual le dedica el mismo espacio que a la India, es decir, un epígrafe dentro de una sección:
''Cipango es una isla a Levante que está a 1.500 millas apartada de la tierra en alta mar. Es una isla muy grande. Los indígenas son blancos, de buenas maneras y hermosos. Son idólatras y libres y no están bajo la señoría de nadie. Tienen oro en abundancia, pero nadie lo explota, porque no hay mercader ni extranjero que haya llegado al interior de la isla''.
- Está a 1.500 millas de la tierra en alta mar. La milla es una medida de origen romano (etimológicamente ''mil pasos''), así que no debería resultarnos difícil calcular la distancia propuesta por Marco Polo. En la antigua Roma, a cada milla se colocaba un miliario o columna cilíndrica: entre miliario y miliario se dejaba un espacio de 1.480 metros, 1,480km. Hecha la cuenta, nos daría unos 2.220 km de diferencia entre China y Zipango. Esta sería una distancia bastante mayor (por 127 km) que la recorrida por un pasajero del vuelo Beijing (China) Tokio (Japón), exactamente 2.093 km y 1.301 millas.
Sin embargo, la milla a la que Marco Polo se refiere es, con toda probabilidad, la milla náutica. Esta se calcula de otra manera: como equivalente de 1 minuto de grado de latitud, la longitud de un arco de 1 minuto de meridiano terrestre. En la actualidad, equivale a unos 1850 m, en tanto se considera que 60 millas náuticas es la medida de un grado terrestre. Hecha la cuenta (si este fuera el caso) nos da 2.778 km, 685 km al Este de Tokio. Esta distancia de casi 3.000 km ya es significativa, y no representa, de ningún modo la distancia entre la costa china y la costa de Honshu, que es de unos 1.000 km como máximo. Sería como multiplicar por 3 el ancho del Mar del Japón o del Mar de China Oriental.
Mapa del Mar del Japón. Fuente: Wikimedia Commons |
Marco Polo es, a pesar de sus méritos, la fuente de uno de los más grandes errores cartográficos de la historia. ¿A cuánto equivalía la longitud de un arco de 1 minuto de meridiano terrestre en tiempos de Marco Polo y qué porcentaje de la circunferencia terrestre representaba esta distancia entre China y Zipango? Esta fue la gran pregunta de Toscanelli y Cristóbal Colón. Ellos tuvieron que partir de cálculos realizados siglos antes en estadios griegos y millas árabes cuya medida exacta no se conocía bien en Europa. Por ejemplo, la medida de la milla árabe podría llegar a variar entre 2.160 m hasta 1.482 m. Si el cálculo anterior lo hubiéramos hecho sobre millas de 2.160 m, la distancia entre China y Zipango hubiera resultado todavía mayor, de 3240 km.
Esta disparidad de criterios impedía conocer otro dato fundamental: qué medida asignaron los árabes a la circunferencia terrestre. Por ejemplo, Al Biruni (973-1050), la calculó en 20.160 millas árabes que podrían ser 43.545,6 km o 29.877 km, según los dos criterios extremos a los que hicimos referencia. En el segundo caso, el tamaño del globo terrestre se estaría reduciendo considerablemente en comparación con la realidad: la circunferencia terrestre mide unos 40.007,8 km.
Por su parte, el erudito árabe conocido como Alfragan calculó que un grado de meridiano terrestre mide 56 2/3 millas árabes, lo cual indica que trabajaba con millas náuticas (calculadas sobre el grado terrestre) y no romanas. Pero como los europeos tenían que definirse por uno entre muchos criterios, Pierre D'Aily, el autor de Imago Mundi (1410) optó por la medida del grado de Alfragan, pero supuso que las millas de Alfragan eran millas romanas, que, como vimos, miden unos 1.480 metros. En este caso el grado de meridiano pasaba a valer 83,98 km, y no los 111,133 km de la realidad (111,133 x 360 = 40.007,8 km; 83,98 km x 360 = 30.232,8 km). La Tierra se reducía en un 25%. Sabemos que Colón leyó a Pierre D'Aily porque ha llegado hasta nosotros un ejemplar del Imago Mundi con anotaciones de Cristóbal Colón. Esta obra se editó con imprenta por primera vez entre 1480 y 1483 en Lovaina.
Por otra parte, Marco Polo, tratando de conciliar a Marino de Tiro (60 d.C.-130 d.C.) quien proponía que la superficie habitada de la Tierra abarcaba unos 225º de los 360º, y Ptolomeo (100 a 170 d.C.) quien consideró exagerada la distancia que los geógrafos anteriores atribuyeron al Mar de China o Mar del Sur (en realidad el Océano Pacífico), había calculado que la distancia entre Europa y China por el Este era mayor que la real. De esta manera, China, quedaba más cerca de Cipango o Zipango por el Este. Este dato es clave, porque significa que Marco Polo ''acortó'' la distancia entre China y Zipango entendido como México, y entre Europa y Zipango por el Oeste. (En el mapa de Toscanelli, las 10.700 millas que hay entre Canarias y Zipango quedan reducidas a 2.400).
Fuente: Ibarra Grasso: ''América en la Prehistoria Mundial'', página 142. Catigara sería América del Sur.
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Quiere decir que incluso los 2.220 o 3.240 km que según Marco Polo había entre China y Zipango fueron calculados a la baja, atribuyendo al Océano Pacífico el tamaño del Mar de China Oriental. La fuente china habría aportado una cifra mucho mayor. De hecho, si sumamos las 8.300 millas de más que Marco Polo y Toscanelli asignan a Eurasia, desde España hasta China por el Este, con las 1.500 millas de distancia que Marco Polo dice que hay entre las costas de China y las de Zipango, nos queda un total de 9.800 millas de distancia entre China y Zipango, unos 14.700 km, la distancia aproximada entre Cantón (Guǎngzhōu, China, frecuentada por los árabes desde el siglo VIII) y Ciudad de México o Zumpango. Tal vez, el dato original de la fuente china (por ejemplo, el Liang Zhu), luego restado al Pacífico para sumarlo a Eurasia. Pero Marco Polo ''suprimió'' el Océano Pacífico, asimilándolo con el Mar de China, y acercando las costas de China a Zipango (México) debido a que le pareció una exageración distancia tan grande, sin tener en cuenta que Fusang, por ejemplo, era situada a 20.000 li de China.
- Los indígenas son blancos, de buenas maneras y hermosos. El criterio de lo que es ser ''blanco'' y ''hermoso'', ''de buenas maneras'' ha variado mucho con el tiempo. Un ejemplo de esto es el comentario del célebre geógrafo Joan Blaeu, autor del Atlas Maior (nacido en 1596 en el Norte de Holanda) en el margen del mapa de Chile: ''Los oriundos son de color blanco, pero tienen una frente pequeña con pelo abundante, según se dice a causa de la humedad del aire''. Como se ve, el célebre geógrafo holandés consideraba que los indígenas de Chile son blancos, como él mismo, y además hace relaciones causales propias de su época, pero que ya no son las nuestras.
''Los habitantes de este lugar son blancos, lo que permite refutar el punto de vista de que las personas que viven en latitudes australes tienen la piel negra''.
- Son idólatras y libres y no están bajo la señoría de nadie. Tienen oro en abundancia, pero nadie lo explota, porque no hay mercader ni extranjero que haya llegado al interior de la isla. Esto significa que no profesan el cristianismo, el budismo ni el Islam. Para entender lo que esto significa hay que tener presente que el budismo, surgido hacia los siglos VI y V a.C. en la India, para el siglo XIII ya se había difundido por casi toda Asia; que el Islam, surgido hacia el siglo VII d.C. en Arabia, para el siglo XIII ya se estaba propagando por el Océano Índico; mientras el cristianismo nestoriano había llegado a Mongolia. Era muy difícil que un reino importante continuara siendo ''idólatra''. En cambio, esta característica describe bien a América. En lo que se refiere a Japón, el budismo ya se venía difundiendo por el archipiélago desde los siglos V y VI d.C., por lo que no se podría afirmar que en el siglo XIII los japoneses fueran exclusivamente ''idólatras''.
Además dice que ''son libres'' y ''no están bajo la señoría de nadie''. Esto puede significar que no responden a estructuras políticas conocidas, o que no han sido sometidos por ningún gran imperio de la época. Para entender esto hay que tener presente que el Imperio mongol abarcó, en el siglo XIII, gran parte del mundo conocido.
En lo que se refiere al Japón del siglo XIII, no era completamente independiente de China, pero en todo caso, ya desde el siglo XII, inicio del periodo Kamakura, había dado los primeros pasos para la formación de un Estado militar, apoyado en el budismo Zen (1192-1333). No podría decirse, entonces, que los japoneses vivían ''libres'' y que ''no están bajo la señoría de nadie''. En cambio, esto bien se podría haber afirmado de gran parte de Norteamérica en tiempos de Marco Polo.
- Tienen oro en abundancia, pero nadie lo explota, porque no hay mercader ni extranjero que haya llegado al interior de la isla. La isla de Zipango permanece fuera de los grandes circuitos comerciales. El oro no se usa con fines comerciales. No hay presencia de mercaderes ni de extranjeros. Desde luego, no era la situación ni de Japón ni del continente asiático en su conjunto. En cambio esta descripción nos recuerda sí, al continente americano durante el siglo XIII, en lo que se refiere a los circuitos comerciales internacionales euroasiáticos y africanos.
En América existió el intercambio de oro, incluso se usaban canutos con polvo de oro como medio de cambio, pero el oro cumplió sobre todo, una función ceremonial, ritual, considerándose sagrado, hecho de la misma sustancia que el sol, pero no con valor económico.
Museo del Oro de Bogotá, Colombia. Balsa ritual. |
''Os contaré de un maravilloso palacio que posee el señor de la isla. Existe un gran palacio todo cubierto de oro fino, tal como nosotros cubrimos nuestras casas e iglesias de plomo, y es de un valor incalculable. Los pisos de sus salones, que son numerosos, están también cubiertos de una capa de oro fino del espesor de más de dos dedos. Todas las demás partes del palacio, salas, alféizares, todo está cuajado de oro. Es de una riqueza tan deslumbrante, que no sabría exactamente cómo explicaros el efecto asombroso que produce el verlo''.
- Un señor de la isla. Los indígenas son ''libres'' pero no tanto, porque hay un ''señor'' en la isla. Esta contradicción aparente se resuelve bien si pensamos en el caso americano, es decir, en un cacicazgo, no en un reino o imperio.
- El señor de la isla tiene un palacio maravilloso todo cubierto de oro fino. De nuevo el uso ritual y ceremonial del oro. Un rasgo característico de las culturas americanas. En 1981, el presidente López Portillo anunció el descubrimiento de una parte del ''tesoro de Moctezuma'' con estas palabras:
''Es el primer descubrimiento del tesoro de Moctezuma. Es un tejo de oro (plancha metálica gruesa) que apareció al excavar los cimientos del Banco de México, con las características a las que después se referirá don Gastón García Cantú, y que es un testimonio histórico de primera magnitud'' (México Desconocido).
Escudo de oro prehispánico de México. |
En el año 1976, se recuperó, de manera fortuita, un tesoro consistente en barras de oro y joyas, algunas de origen prehispánico y otras hispánico. El oro pesaba en total unos 16 kg. Se supone que se trataba de los tributos que Moctezuma guardaba en el recinto de Axayácatl.
En Perú, el Coricancha, de Quri Kancha (''Templo Dorado'') o Inti Kancha (''Templo del Sol''), en la actualidad, parte del Convento de Santo Domingo, era el Templo del Sol, recubierto por una banda continua de oro puro de unos veinte centímetros de alto a tres metros del suelo.
El Coricancha con su aplicación de oro en la parte superior. Fuente: Martín Rodríguez Pontes
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''El Inca Manqu Qhapaq (Manco Capac) mandó hacer a los plateros una plancha de Oro fino, llano, que significase que hay un Hacedor del Cielo y Tierra; lo hizo fijar en una Casa grande, Qorikancha, donde encontró buena agua de dos manantiales, Hurinchacan y Hananchacan''.
Joan Santa Cruz Pachacutic Yamqui Salcamaygua, Relación de Antigüedades deste Reyno del Pirú, 1615.
Lámina de oro proveniente de un muro inca. Fuente: El Templo de Wiracocha Qoricancha. |
Guantes de oro en el Museo del Oro de Perú |
En Nueva Granada (Ecuador, Colombia y Venezuela) una tradición indica que había un gobernante que se cubría con oro en polvo, ''El Dorado''. En dicha región los chibchas y quimbayas fueron grandes orfebres del oro:
Máscara de oro de un gobernante. Museo del Oro de Bogotá. |
Continúa el relato de Marco Polo:
- ''Tienen perlas en abundancia de color oriente rosa, preciosas, redondas y muy gruesas. Son de tanto valor como las blancas, o más. Tienen varias otras piedras preciosas. Es una isla muy rica, cuya riqueza es incalculable''.
Tienen perlas de color oriente rosa, redondas y muy gruesas. Existen diferentes clases de perlas en el mundo. En general, las perlas son un color que cubre la gama que va del blanco al negro. Tienen reflejos plateados o dorados. Como excepción, las perlas de Tahití, en el Pacífico, son de diversos colores: grises, verdes, anaranjadas, doradas, y azules.
En las aguas saladas de Japón y en las aguas dulces de China, hay perlas de una tonalidad que va del crema al rosa. Las perlas de Japón llegan a medir entre 6 y 8,5 mm mientras que las perlas de China miden entre 3,5 y 7 mm.
México es uno de los principales centros mundiales de producción de perlas antes y después de 1492. Aquí se encuentran todos los tonos mencionados más arriba, y otros que son únicos en el mundo, de tonalidades rojizas, doradas, verdosas, azuladas:
Perlas del Mar de Cortés. Fuente: Sitio oficial Perlas del Mar de Cortez |
Mapa del Mar de Cortez. Fuente: Página oficial del Gobierno mexicano. |
Estas tonalidades purpúreas, violáceas, rosáceas, son las que justificarían el nombre Zipango, ya que eso es exactamente lo que significa Zĭ en chino: ''púrpura'', ''violeta''. Por añadidura, el mar donde se las obtiene se llama ''Mar Bermejo (rubio, rojizo)''.
Perla del Mar de Cortez. Fuente: Sitio oficial Perlas del Mar de Cortez. |
Por su tamaño, las perlas se clasifican en ''muy pequeñas'' (menos de 5 mm); ''pequeñas'' (5,1 y 8,5 mm); ''medianas'' (8,5 a 12 mm); ''grandes'' (12,1 a 18 mm); y ''extremadamente grandes'', las que pueden llegar a medir hasta 28 mm. Las perlas ''Akoya'' de China y Japón miden desde los 3 a los 10 mm de diámetro, mientras que las perlas del Mar de Cortez miden entre 8 y 14 mm. Las de Australia pueden llegar a medir hasta 28 mm, pero son de color negro. El tamaño intermedio de las perlas mexicanas es el ideal (Perlas del Mar de Cortez).
Tamaño de las Perlas del Mar de Cortez. Sitio oficial Perlas del Mar de Cortez. |
A los chinos no les podía llamar la atención las perlas de Japón cuando el mismo tipo de perlas se encuentra en China, un poco más grandes. En cambio, lo diferente de Zipango sería el tamaño y color de las perlas. Por eso creemos que esta referencia es otro indicio de que Zipango es México.
En el siglo XVI se pescó en el Archipiélago de las Perlas de Panamá, la ''Perla Peregrina'', con la forma exacta de una lágrima, una de las más famosas de la historia. La poseyó Felipe II y después Elizabeth Taylor hasta su muerte en el año 2011. El Archipiélago de las Perlas fue otro importante centro de producción de perlas durante siglos.
La Perla Peregrina. Fuente: Trova Cinema |
En este pasaje Marco Polo describe el contexto donde debe situarse la isla de Zipango:
''Este mar en que está situada la isla se llama el mar de la China, es decir, el mar que rodea a Mangi, pues los naturales de esta isla, cuando quieren decir la China, dicen Mangi; pero la China está hacia Levante, y tiene, según los pilotos y navegantes que la conocen, 7.448 islas, de las cuales muchas habitadas, y en estas islas no hay árbol que no sea aromático y que no tenga perfume fuerte y agudo, con maderas de gran utilidad, grandes como el alerce, y más grandes aún. Hay especias muy caras: pimienta blanca como la nieve y negra, ambas en gran abundancia. El oro abunda tanto en ellas, que es maravilla, pero están tan lejos y se pasan tantas fatigas para ir a ellas, que no hay muchos que se lleguen allá. Y cuando las naves de Çaiton o de Guinsai atracan a ellas es siempre con gran provecho y ganancia. Pero para llegar a ellas tardan un año, pues van en invierno y vuelven en verano, porque los vientos son en esa época favorables, y al volver en estotra, uno sopla en popa en invierno y otro en estío. Esta región está muy alejada del camino de la India, y os dije que se llamaba mar de la China, y quiero que sepáis que lo llamo mar Océano. Pues se dice mar de Inglaterra o mar de la Rochela; así, aquí mar de China y mar de Indias, pero todos estos son un común denominador, que es el mar Océano. Ya os contaremos de estas regiones, porque están demasiado alejadas y no hemos llegado a ellas. Ni el Gran Khan tiene nada que ver allí, ni le pagan tributo alguno. De modo que volvamos a Çaiton y a nuestro libro''.
El mar Océano. Este pasaje es muy interesante porque Marco Polo reconoce que el ''Mar de China'' es en realidad, un Océano. El Océano Pacífico, el Océano Índico y el Mar de China se funden en un mismo ''mar Océano''.
Tiene 7.448 islas. El Océano Pacífico en su conjunto contiene unas 25.000 islas. Estas 7.448 debían ser las más próximas al continente asiático.
''El oro abunda tanto en ellas, que es maravilla, pero están tan lejos y se pasan tantas fatigas para ir a ellas, que no hay muchos que se lleguen allá. Y cuando las naves de Çaiton (Cantón, o una ciudad vecina) o de Guinsai (Hangzhou) atracan a ellas es siempre con gran provecho y ganancia. Pero para llegar a ellas tardan un año, pues van en invierno y vuelven en verano, porque los vientos son en esa época favorables, y al volver en estotra, uno sopla en popa en invierno y otro en estío. Esta región está muy alejada del camino de la India''. Este pasaje da a entender que no todas las 7.448 islas están cerca del continente. Algunas resultan de muy difícil acceso y son poco visitadas. Los barcos van en invierno y vuelven en verano y en total el viaje demora un año. En comparación, la isla de Zipango está todavía más aislada. No puede ser, entonces, Japón.
En estas islas no hay árbol que no sea aromático. La mayoría de las especias se consideran nativas de los bosques tropicales de Asia y de las islas Molucas en Indonesia. Sin embargo, la vainilla, con su perfume característico (la vainilla es una orquídea), que crece como liana en los árboles; el cacao que se obtiene del cacaotero o árbol del cacao; el ají o chile, que produce la planta del mismo nombre, la cual puede ser herbáceo o arbustiva, y cuyas cualidades recuerdan a la pimienta; o el achiote, un arbusto que por sus propiedades recuerda al azafrán, son especias de origen americano, que de manera característica se dan en México. De manera que esta es otra evidencia de que Zipango y México serían el mismo país, considerado como una isla con estas características.
El fruto verde de la vainilla, con la forma de vaina característica. Fuente: Wikimedia. |
Pimienta blanca y pimienta negra. Tanto la pimienta blanca como la pimienta negra pertenecen al género Piper que se encuentra en Asia y África. En México, América Central y las Antillas se encuentra una pimienta negra de grano grande y color un poco más claro, con reminiscencias a clavo, nuez moscada y canela. Se la conoce como pimienta dioica o ''pimienta de Jamaica''. La pimienta negra de Jamaica es otro indicio de que Zipango podría ser el nombre con el que la Edad Media conoció a México. En América también se hallan sucedáneos de la pimienta, como el pimiento y el pimentón, que es pimiento colorado molido.
Pimienta de Jamaica |
Los naturales de esta isla, cuando quieren decir China, dicen Mangi. La palabra sería de origen persa; su etimología, Man tseu o Manzi, y designaría a la China del Sur. Lo curioso es que siendo la palabra de origen persa, los isleños la usaran para referirse a China; en chino, mán es ''bárbaro'' y máng, ''ocupado'' (en el trabajo). En los mapas de Cristóbal Colón, tal como han podido ser reconstruidos, Centroamérica aparece como surgiendo de Mangi, como si se tratara de Indochina con la península de Malaca.
De esta manera Centroamérica queda separada de Indochina apenas por un golfo, el Magnus Sinus. Mangi sería, desde este punto de vista, Norteamérica, físicamente separada de México, identificado con Zipango. Norteamérica a su vez, en los mapas de Colón y siguientes, aparece fusionada con la China del Sur. A medida que el Mar Caribe comenzó a ser explorado, las Antillas pasaron a ocupar el lugar del antiguo Zipango, el cual comenzó a aparecer del lado del Pacífico, pero muy cerca de México:
Reconstrucción de uno de los últimos mapas de Cristóbal Colón, donde Centroamérica es una península de Asia. |
Esto significa que en el siglo XVI se creía que Norteamérica era parte de Mangi (una región de China) mientras Zipango era una isla muy cerca de Norteamérica. Desde este punto de vista, no es imposible que la Mangi de Marco Polo incluya a Norteamérica, mientras México era visto como una isla de Norteamérica cercana a China (Zipango):
De hecho, si tenemos presente el mapa actual del Mar de Cortés, la Zipango de Sebastian Münster no es otra cosa que la Península de California, separada de México por el Mar de Cortez. Es decir, Zipango es México visto desde el Pacífico.
Mapa de Sebastian Münster de 1540, donde Norteamérica aparece separada de Asia, pero Zipango sigue siendo una isla de Norteamérica, en este mapa situada del lado del Pacífico. |
De hecho, si tenemos presente el mapa actual del Mar de Cortés, la Zipango de Sebastian Münster no es otra cosa que la Península de California, separada de México por el Mar de Cortez. Es decir, Zipango es México visto desde el Pacífico.
Marco Polo introduce en su descripción de Zipango y del Mar de China, un relato que puede ser útil para aclarar el punto:
''Y como le diera razón al Gran Khan de la gran riqueza de esta isla -Cublai, (Kublai Khan, 1215-1294) que entonces reinaba-, quiso apoderarse de ella. Y envió a dos barones al mando de una flota con hombres a pie y a caballo. Uno de estos barones se llamaba Abatan y el otro Volsanicin. Ambos eran sabios y valientes. Navegaron de Çaiton (Cantón, o una ciudad vecina, en el Sur) a Quinsay (Hangzhou, en el Norte), se hicieron a la vela y abordaron a estas islas; se apoderaron de llanos y granjas, pero ningún castillo ni ciudad había caído en sus manos todavía, cuando les sucedió el percance que les contaré''.
''Habéis de saber, ante todo, que los dos barones se envidiaban mutuamente y que ninguno de los dos hacía nada de común acuerdo con el otro. Y un día sopló la tramontana (etimológicamente, ''del otro lado de los montes'', viento Norte) de tal manera, que los de la armada, asustados, dijéronse que si no alzaban anclas se estrellarían todas las embarcaciones. Entonces se refugiaron en las naves y se hicieron a la mar, y habiendo navegado cuatro millas se encontraron otra isla de tamaño un poco menor, y los que en ella pudieron escapar se salvaron, pero los otros quedaron estrellados contra las rocas''.
''Sin embargo, se salvaron 30.000 hombres, y estos náufragos se daban por perdidos, pues veían morir a sus compañeros y desaparecer las naves que habían
podido tomar el largo hacia su tierra. Y así hicieron, en efecto; algunas de entre ellas, que pudieron escapar, navegaron sin tregua hasta llegar otra vez a su país. Dejemos, pues, a los que se fueron y volvamos a los que quedaron muertos de miedo en la isla''.
Hubo dos posibles destinos para los miembros de la expedición de Kublai Khan. Uno, que el viento Norte los arrastrara hasta el archipiélago de Kyushu, en el Sur de Japón, que algunos identifican con Zipango:
La otra posibilidad, es que hayan sido arrastrados por la corriente de Kuro Shivo y la corriente de California desde las costas de Japón hasta la Península de California, que, como hemos visto en el mapa de Sebastian Münster, algunas la identificaban como Zipango. La corriente de Kuro Shivo tiene 80 km de ancho, un color oscuro, y una velocidad de 3,5 nudos (6,5 km/h), a la que debe sumarse, en el caso de una embarcación a vela, la velocidad del viento, y adquiere mucha fuerza a medida que se aleja hacia el Este.
''De cómo la gente del Gran Khan que había escapado al temporal tomó la ciudad de sus enemigos. Sabed, pues, que estos 30.000 hombres que escaparon a los elementos se veían perdidos y no velan medio de remediar su triste suerte. Desesperados y angustiados, no sabían qué hacer ni qué resolver. Y estaban en situación tan apurada cuando el señor de la gran isla y sus secuaces vieron a la armada tan desesperada y deshecha y se enteraron que los náufragos estaban en la isla menor. Se llenaron de alegría y regocijo''.
Hay dos expresiones en este fragmento que refuerzan las hipótesis que acabamos de plantear. Son ''gran isla'' y ''pequeña isla''. En el caso de que la corriente los hubiera arrastrado a Japón, Khyushu sería la ''pequeña isla''. Si por ''gran isla'' debemos entender México, entonces la Península de California es la ''pequeña isla''.
''Y en cuanto la mar se calmó, fuéronse en varias naves que tenían en la isla e hicieron vela hacia ella para prender a los que allí se hallaban. Cuando los 30.000 vieron que el enemigo había tomado tierra y se dirigía hacia ellos para prenderles, maniobraron de modo de marchar en sentido contrario de los que venían, y yendo hacia la playa se acercaron a las naves del enemigo, y entraron en ellas, y esto lo consiguieron con facilidad, pues no había quien las defendiera. Embarcados en las naves se alejaron de la isla a toda prisa para abordar la isla mayor. Tomaron allí tierra y bajaron con el estandarte y señeras del señor de la isla, dirigiéndose a la capital, y los que reconocieron el pendón de su señor creyeron que eran sus propias gentes y los dejaron entrar en la ciudad''.
De nuevo, en el caso de que hubieran llegado a Japón, habrían tomado la que entonces era su capital, Kamakura, situada a 50 km de Tokio, en la ''isla grande'' o isla de Honshu; de lo contrario, habrían tomado Azcapotzalco entonces ciudad hegemónica de México. De hecho los registros históricos indican que hacia el siglo XIII, y hasta la consolidación del poder de los méxicas en México Tenochtilán, hubo un vacío de poder en la región. En cuanto a Zumpango, ya era un centro político importante y se había transformado en lugar de refugio de los emigrados méxicas.
''En ella no encontraron más que ancianos; entonces se apoderaron de la ciudad, echaron a todos los que estaban en ella y sólo guardaron algunas mujeres hermosas para que les sirvieran. Y así es como tomaron esta ciudad los hombres de armas del Gran Khan. Y cuando el señor y sus gentes se dieron cuenta que habían perdido su capital y que el desastre era completo para ellos, se desesperaron y creyeron morir de rabia. Entonces volvieron con otras naves a su isla y cercaron la ciudad de modo que nadie podía entrar ni salir de ella si a ellos no se les antojaba''.
''¿Y qué más os diré? La gente del Gran Khan resistió siete meses el sitio, buscando día y noche cómo podían enterar al Gran Khan de la situación desesperada en que se hallaban y les ponía en tan grande aprieto; mas nada les valió. Y cuando vieron que no había salvación, parlamentaron con los de fuera, acordaron una tregua y se rindieron, a condición de que les perdonaran la vida. Y bajo este pacto quedaron allí para siempre. Y esto fue en el año 1269 de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo''.
http://www.librosmaravillosos.com/ellibrodelasmaravillas/pdf/El%20libro%20de%20las%20maravillas%20-%20Marco%20Polo.pdf
''Y como le diera razón al Gran Khan de la gran riqueza de esta isla -Cublai, (Kublai Khan, 1215-1294) que entonces reinaba-, quiso apoderarse de ella. Y envió a dos barones al mando de una flota con hombres a pie y a caballo. Uno de estos barones se llamaba Abatan y el otro Volsanicin. Ambos eran sabios y valientes. Navegaron de Çaiton (Cantón, o una ciudad vecina, en el Sur) a Quinsay (Hangzhou, en el Norte), se hicieron a la vela y abordaron a estas islas; se apoderaron de llanos y granjas, pero ningún castillo ni ciudad había caído en sus manos todavía, cuando les sucedió el percance que les contaré''.
Kublai Khan |
''Habéis de saber, ante todo, que los dos barones se envidiaban mutuamente y que ninguno de los dos hacía nada de común acuerdo con el otro. Y un día sopló la tramontana (etimológicamente, ''del otro lado de los montes'', viento Norte) de tal manera, que los de la armada, asustados, dijéronse que si no alzaban anclas se estrellarían todas las embarcaciones. Entonces se refugiaron en las naves y se hicieron a la mar, y habiendo navegado cuatro millas se encontraron otra isla de tamaño un poco menor, y los que en ella pudieron escapar se salvaron, pero los otros quedaron estrellados contra las rocas''.
El desastre de la Armada mongola en alta mar en la expedición de conquista ultramarina del siglo XIII. |
''Sin embargo, se salvaron 30.000 hombres, y estos náufragos se daban por perdidos, pues veían morir a sus compañeros y desaparecer las naves que habían
podido tomar el largo hacia su tierra. Y así hicieron, en efecto; algunas de entre ellas, que pudieron escapar, navegaron sin tregua hasta llegar otra vez a su país. Dejemos, pues, a los que se fueron y volvamos a los que quedaron muertos de miedo en la isla''.
Corrientes marinas del Océano Pacífico. Fuente: Portal Planeta |
Hubo dos posibles destinos para los miembros de la expedición de Kublai Khan. Uno, que el viento Norte los arrastrara hasta el archipiélago de Kyushu, en el Sur de Japón, que algunos identifican con Zipango:
Islas y regiones de Japón. |
La otra posibilidad, es que hayan sido arrastrados por la corriente de Kuro Shivo y la corriente de California desde las costas de Japón hasta la Península de California, que, como hemos visto en el mapa de Sebastian Münster, algunas la identificaban como Zipango. La corriente de Kuro Shivo tiene 80 km de ancho, un color oscuro, y una velocidad de 3,5 nudos (6,5 km/h), a la que debe sumarse, en el caso de una embarcación a vela, la velocidad del viento, y adquiere mucha fuerza a medida que se aleja hacia el Este.
''De cómo la gente del Gran Khan que había escapado al temporal tomó la ciudad de sus enemigos. Sabed, pues, que estos 30.000 hombres que escaparon a los elementos se veían perdidos y no velan medio de remediar su triste suerte. Desesperados y angustiados, no sabían qué hacer ni qué resolver. Y estaban en situación tan apurada cuando el señor de la gran isla y sus secuaces vieron a la armada tan desesperada y deshecha y se enteraron que los náufragos estaban en la isla menor. Se llenaron de alegría y regocijo''.
Hay dos expresiones en este fragmento que refuerzan las hipótesis que acabamos de plantear. Son ''gran isla'' y ''pequeña isla''. En el caso de que la corriente los hubiera arrastrado a Japón, Khyushu sería la ''pequeña isla''. Si por ''gran isla'' debemos entender México, entonces la Península de California es la ''pequeña isla''.
''Y en cuanto la mar se calmó, fuéronse en varias naves que tenían en la isla e hicieron vela hacia ella para prender a los que allí se hallaban. Cuando los 30.000 vieron que el enemigo había tomado tierra y se dirigía hacia ellos para prenderles, maniobraron de modo de marchar en sentido contrario de los que venían, y yendo hacia la playa se acercaron a las naves del enemigo, y entraron en ellas, y esto lo consiguieron con facilidad, pues no había quien las defendiera. Embarcados en las naves se alejaron de la isla a toda prisa para abordar la isla mayor. Tomaron allí tierra y bajaron con el estandarte y señeras del señor de la isla, dirigiéndose a la capital, y los que reconocieron el pendón de su señor creyeron que eran sus propias gentes y los dejaron entrar en la ciudad''.
De nuevo, en el caso de que hubieran llegado a Japón, habrían tomado la que entonces era su capital, Kamakura, situada a 50 km de Tokio, en la ''isla grande'' o isla de Honshu; de lo contrario, habrían tomado Azcapotzalco entonces ciudad hegemónica de México. De hecho los registros históricos indican que hacia el siglo XIII, y hasta la consolidación del poder de los méxicas en México Tenochtilán, hubo un vacío de poder en la región. En cuanto a Zumpango, ya era un centro político importante y se había transformado en lugar de refugio de los emigrados méxicas.
''En ella no encontraron más que ancianos; entonces se apoderaron de la ciudad, echaron a todos los que estaban en ella y sólo guardaron algunas mujeres hermosas para que les sirvieran. Y así es como tomaron esta ciudad los hombres de armas del Gran Khan. Y cuando el señor y sus gentes se dieron cuenta que habían perdido su capital y que el desastre era completo para ellos, se desesperaron y creyeron morir de rabia. Entonces volvieron con otras naves a su isla y cercaron la ciudad de modo que nadie podía entrar ni salir de ella si a ellos no se les antojaba''.
''¿Y qué más os diré? La gente del Gran Khan resistió siete meses el sitio, buscando día y noche cómo podían enterar al Gran Khan de la situación desesperada en que se hallaban y les ponía en tan grande aprieto; mas nada les valió. Y cuando vieron que no había salvación, parlamentaron con los de fuera, acordaron una tregua y se rindieron, a condición de que les perdonaran la vida. Y bajo este pacto quedaron allí para siempre. Y esto fue en el año 1269 de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo''.
http://www.librosmaravillosos.com/ellibrodelasmaravillas/pdf/El%20libro%20de%20las%20maravillas%20-%20Marco%20Polo.pdf
De alguna manera estos mongoles sobrevivieron, ya que conocemos el desenlace de la historia. Si sobrevivieron en América, pudieron haber establecido contactos entre América y China. De lo contrario, sobrevivirían en Japón. O quizá, en algún archipiélago del Pacífico entre Japón y América.
En la actualidad se considera que hubo dos expediciones fallidas de conquista de Japón por los chinos mongoles. Una, en el año 1274, donde participaron más de 800 navíos y 13.000 guerreros. Otra, en el año 1281, cuando fueron enviados más de 1.170 buques, y es de creer que participaran 30.000 hombres, la cual fue destruida por un tifón. Restos de naufragios de embarcaciones de tipo chino mongol fueron hallados en los año 2011 y 2014 a 14 metros de profundidad cerca de la isla Takashima, próxima a Nagasaki.
Sobre restos de naufragios chinos en las costas de México, tenemos el testimonio que Fray Gregorio García recogió en el siglo XVI de exploradores españoles e insertó en su obra erudita sobre El Origen de los Indios del Nuevo Mundo editada en Valencia en 1607. En el Capítulo XXIII, ''De la undécima opinión donde se prueba que los indios proceden de chinos y de tártaros'':
''Favorece a esta (opinión de la) navegación de los chinos en Nueva España, lo que referían en Canadá los indios hurones, afirmando que en muy lejanas tierras occidentales habitaban los epicerinos, que no tenían barbas, y venían a comerciar a sus tierras en grandes navíos, y se califica (se demuestra) con haber hallado Francisco Vázquez Coronado en los mares de Nuevo México, cuatro proas embutidas de oro y plata al modo de las naves de China y Japón; de que son testigos Mafeo y Frois; y -el nunca bien celebrado y sobre la envidia excelente- Pedro Menéndez de Avilés, (que) halló en el Mar del Norte, cascos de naves chinas; y es fama, que llegaron al puerto de Quatulco, mercaderes vestidos todos de seda, que no es indicio leve de que fuesen chinos; (...) Aun los japoneses, navegando de isla en isla, pueden llegar a las Occidentales, porque, como dice Hornio, Sancho de Chinchón contaba a Francisco Guale, haber visto en el Japón, hombres de pequeña estatura que venían de las Indias orientales a comerciar con oro y algodón, y estas islas dice las halló el mismo Guale en viaje de Macao a Nueva España''.
Francisco Vázquez de Coronado (1510-1554). Exploró Nuevo México y parte de los actuales EEUU entre 1540 y 1542. Encontró del lado del Océano Pacífico, en Nuevo México, cuatro proas recubiertas de oro y plata que supuso de origen chino.
Pedro Menéndez de Avilés (1519-1574). Capitán General de la Flota de Indias (1560) y Gobernador de Florida (1565). Exploró Norteamérica y las Antillas. Fundó en 1565 San Agustín en Florida, el primer asentamiento europeo de los actuales EEUU. Encontró del lado del Océano Atlántico (Mar del Norte) lo que interpretó como restos de embarcaciones chinas (cascos), o bien naves de tipo filipino capaces de cargar 50 toneladas, llamadas cascos. (¿Saldrían al Atlántico navegando los grandes ríos interiores de Norteamérica?).
Quatulco. Santa María Huatulco o Huatulco. Ciudad al Sur de México, del lado del Pacífico. Un importante puerto comercial del siglo XVI, codiciado por los piratas. Sus habitantes afirmaban haber visto llegar comerciantes de aspecto chino por sus propios medios.
En la actualidad se considera que hubo dos expediciones fallidas de conquista de Japón por los chinos mongoles. Una, en el año 1274, donde participaron más de 800 navíos y 13.000 guerreros. Otra, en el año 1281, cuando fueron enviados más de 1.170 buques, y es de creer que participaran 30.000 hombres, la cual fue destruida por un tifón. Restos de naufragios de embarcaciones de tipo chino mongol fueron hallados en los año 2011 y 2014 a 14 metros de profundidad cerca de la isla Takashima, próxima a Nagasaki.
Sobre restos de naufragios chinos en las costas de México, tenemos el testimonio que Fray Gregorio García recogió en el siglo XVI de exploradores españoles e insertó en su obra erudita sobre El Origen de los Indios del Nuevo Mundo editada en Valencia en 1607. En el Capítulo XXIII, ''De la undécima opinión donde se prueba que los indios proceden de chinos y de tártaros'':
''Favorece a esta (opinión de la) navegación de los chinos en Nueva España, lo que referían en Canadá los indios hurones, afirmando que en muy lejanas tierras occidentales habitaban los epicerinos, que no tenían barbas, y venían a comerciar a sus tierras en grandes navíos, y se califica (se demuestra) con haber hallado Francisco Vázquez Coronado en los mares de Nuevo México, cuatro proas embutidas de oro y plata al modo de las naves de China y Japón; de que son testigos Mafeo y Frois; y -el nunca bien celebrado y sobre la envidia excelente- Pedro Menéndez de Avilés, (que) halló en el Mar del Norte, cascos de naves chinas; y es fama, que llegaron al puerto de Quatulco, mercaderes vestidos todos de seda, que no es indicio leve de que fuesen chinos; (...) Aun los japoneses, navegando de isla en isla, pueden llegar a las Occidentales, porque, como dice Hornio, Sancho de Chinchón contaba a Francisco Guale, haber visto en el Japón, hombres de pequeña estatura que venían de las Indias orientales a comerciar con oro y algodón, y estas islas dice las halló el mismo Guale en viaje de Macao a Nueva España''.
Maqueta dorada de una embarcación china que puede dar idea de las características de la proa hallada por Francisco Vázquez de Coronado |
Francisco Vázquez de Coronado (1510-1554). Exploró Nuevo México y parte de los actuales EEUU entre 1540 y 1542. Encontró del lado del Océano Pacífico, en Nuevo México, cuatro proas recubiertas de oro y plata que supuso de origen chino.
Pedro Menéndez de Avilés (1519-1574). Capitán General de la Flota de Indias (1560) y Gobernador de Florida (1565). Exploró Norteamérica y las Antillas. Fundó en 1565 San Agustín en Florida, el primer asentamiento europeo de los actuales EEUU. Encontró del lado del Océano Atlántico (Mar del Norte) lo que interpretó como restos de embarcaciones chinas (cascos), o bien naves de tipo filipino capaces de cargar 50 toneladas, llamadas cascos. (¿Saldrían al Atlántico navegando los grandes ríos interiores de Norteamérica?).
Quatulco. Santa María Huatulco o Huatulco. Ciudad al Sur de México, del lado del Pacífico. Un importante puerto comercial del siglo XVI, codiciado por los piratas. Sus habitantes afirmaban haber visto llegar comerciantes de aspecto chino por sus propios medios.
- Durante el siglo XVI, los cartógrafos representaron Zipango como una isla gemela de México
Algunos mapas son reveladores a la hora de dilucidar el enigma de si el Zipango de la Edad Media quedaba o no en México. Los mapas de la Época Moderna conservan indicios de las concepciones geográficas del Medioevo europeo.
Este es un mapa del Océano Pacífico de Germano Schöner, de 1515. Zipango está entre Mangi y América, en el lugar donde se encuentra la Península de California, lo cual sugiere que Zipango es California. México está representado como una isla un poco más grande que Zipango, lo cual confirma la hipótesis de que en algún momento se creyó que México era una isla, o que México era Zipango:
Mapa de Germano Schöner, de 1515. Tomado de Ibarra Grasso, ''América en la Prehistoria Mundial''. |
Este mapa es anterior a la expedición que en Cuba organizara Francisco Hernández de Córdoba, y que en 1517 descubrió Yucatán, primer lugar de México en ser descubierto por los españoles. Los únicos datos disponibles sobre México en ese momento, eran los de Juan Díaz de Solís y Vicente Yáñez Pinzón (1506), y de la expedición de la cual formaron parte los náufragos Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar (1511). Por lo tanto, el autor tuvo que recurrir a las prenociones de la época, según las cuales, México era una especie de isla gemela de Zipango, mientras Zipango aparece donde sabemos que está California.
El siguiente es el mapamundi de P. Apianus, de 1520. Es por lo tanto posterior a la expedición de Francisco Hernández y Córdoba (1517) y de Juan de Grijalva, que salió de Cuba en 1518, explorando la isla de Cozumel, el Golfo de México y en él, Champotón, Tabasco, y el río del mismo nombre, donde los expedicionarios tuvieron noticias de México Tenochtitlán.
Mapamundi de P. Apianus, de 1520. Tomado de Ibarra Grasso, ''América en la Prehistoria Mundial''. |
En el Mapamundi de Apianus, China es una península monstruosa de Asia, y Zipango desaparece de sus costas, es decir que no se considera una isla de Asia. En cambio, Zipango reaparece del lado americano, donde debería estar México, y que Apiano denomina ''Tierra de Cuba'', reforzando las creencias de Colón de que Cuba era una península y que Zipango no podía estar muy lejos. La diferencia entre Apianus y Colón, es que no fusiona México con Asia. México, o ''Tierra de Cuba'', aparece nuevamente como una isla gemela de Zipango, ocupando el sitio donde está la península de California:
Mapa de China de Apianus, que al Norte recibe el nombre de Tartaria, y al Sur, el de Indias. Zipango ha desaparecido de sus costas. |
Mapa de América de P. Apianus |
Ahora estamos viendo el Planisferio de Martin Walseemüller, que es anterior, de 1507, y que solo podía reflejar las exploraciones de 1500-1506 como mucho, es decir, de Cristóbal Colón, de Vicente Yáñez Pinzón, de Juan Díaz de Solís:
México aparece nuevamente como una isla, y en Norteamérica destaca la Península de Florida pegada a Cuba. Zipango, en cambio, aparece del lado asiático, aunque bastante alejado.
Sin embargo, en el Globo Terráqueo de Wal de ese mismo año, se puede observar que Zipango está muy cerca de México, situado a su vez, sobre un meridiano que separa las dos islas. Además, es notable la reducción del Océano Pacífico:
Es interesante que Zipango aparezca en el lugar de California, ya que la descripción que Marco Polo hace de las perlas de Zipango coincide con lo que sabemos de las perlas del Mar de Cortez. La Península de California no fue descubierta hasta 1534. La exploró Fortún Jiménez, piloto de Hernán Cortés, quien creyó que era una isla, idea que se mantuvo hasta el siglo XVII. Sin embargo, como hemos visto, esa ''isla'' aparece con el nombre de Zipango en mapas anteriores a 1534. ¿Por qué?
La isla de California, mapa posterior a 1534 |
- Sobre el origen del nombre Japan.
Se supone que el topónimo Japan, que en muchas lenguas significa Japón, se origina en el análisis etimológico que hace Marco Polo del nombre Zipango: Yi-Pen-Ko, ''País del Sol Naciente''.
Ya vimos sin embargo, que pan, en náhuatl significa ''lugar sobre'', y es raíz de topónimos; pen, solo sería una variante; co, en náhuatl significa ''lugar'', así que Ko, no es más que una ligera variante; es decir, no hay ningún motivo para que Zipango y Japan no se consideren palabras de etimología náhuatl.
En náhuatl, Ipán significa ''encima de él'' o ''encima de ella'', mientras que apán es ''lugar sobre el agua o río'', y también significa ''acequia''. En náhualt, la expresión ''encima de él'' o ''encima de ella'' designa a la Madre Tierra, porque se supone que ella fue creada sobre el cuerpo de la gran criatura cósmica anfibia, Cipactli o Sipaktli (de sitlal, ''luz, estrella'', e ipak, ''colocado sobre'', pudiendo Cipactli escribirse Cipantli); la luz originaria, sobre el cocodrilo cósmico, en el agua cósmica. Y ese es el ''sol naciente'' de Marco Polo, que entonces, más que sol naciente, sería ''luz originaria''.
Las islas del Pacífico próximas a China, como Japón, serían vistas como restos de una tierra primigenia, originaria, a partir de la cual se formó el mundo. Iapán, etimológicamente sería ''sobre el agua (Apán), encima de Él (Dragón luz originaria), Ipán''.
Idea que adquiere todo su sentido, cuando vemos que la región del Japón, y no solo ella, sino todo el ''cinturón de fuego del Pacífico'' suele conmoverse con frecuencia con terremotos, erupciones volcánicas, tifones y tsunamis, consecuencia de los movimientos de este gran cocodrilo o dragón que sostiene la Tierra. El cinturón de fuego del Pacífico es justamente, la región que une al continente asiático con el continente americano, coincidiendo con lo que serían las rutas de migración prehistóricas.
En 1521, Magallanes llegó a Filipinas, y en 1567, lo hizo una expedición que salió de México a las órdenes de Legazpi. Desde 1513 los portugueses ya estaban en China, y desde 1543, en Japón. Con México como centro de exploraciones hacia el Pacífico Norte, muchas palabras nahuas viajarían hasta Asia.
Notemos, de paso, que a la raíz sitlal la podemos encontrar también en Zipango, que por dicha razón se podría confundir con Japan, encontrándose ambos en el cinturón de fuego del Pacífico.
Es de destacar, por otra parte, que ya en tiempos prehispánicos el Mar de Cortez o Mar Bermejo (recordemos que en chino Zĭ es ''purpúreo'' o ''violáceo'') era conocido como un mar donde se hallaban perlas rojas, y en general, multicolores.
El dato figura incluso en Las Sergas (hazañas) de Esplandián, de 1510 (varios años anterior al descubrimiento español de México), quinto de la serie de libros de caballería iniciada con el Amadís de Gaula, novela muy leída por los expedicionarios de Hernán Cortés, donde aparece un reino ficticio, la Península California, señorío de Calafia, reina de las amazonas.
Al mismo tiempo, existió una tradición oral sobre una isla misteriosa conocida por los indígenas guaycuras, cochimies y pericues de la Baja California Sur, quienes contaban:
''que en esa isla misteriosa existía una vegetación exuberante y tropical, y unas playas tapizadas materialmente de perlas rojas, grises, blancas, negras, malvas, amarillas, verdes y hasta azules''.
Solo se ha conservado un nombre Xocohiztli, el de la reina del lugar; xoko es la raíz del nombre de las frutas, en México, y denota el sabor, en general agrio que estas tienen, como en xokolatl (chocolate). Suficiente para suponer que Xocohiztli, reina de una isla de la Baja California según los indígenas, fuera identificada con Calafia, la reina amazona de la Península de California según el autor de la novela, Garci Rodríguez de Montalvo.
Zipa, título antiguo de los gobernantes de cultura muisca de Colombia, que al momento de entronizarse de bañaban en oro, existiendo además, los topónimos Zipacón y Zipaquirá.
Fuera de México, en Colombia, encontramos topónimos como Zipacón, nombre de una localidad ubicada a 50 km de Bogotá; y Zipaquirá, a 48 km de Bogotá. En Zipacón, desde 1450 bajo el dominio de la confederación muisca, se han encontrado los restos más antiguos de agricultura y alfarería, que datan del 1250 a.C. En cuanto a Zipaquirá, es una de las ciudades más antiguas de Colombia, y también fue un asentamiento muisca. La cultura muisca reúne características que nos hacen acordar a la Zipango de Marco Polo.
El Zipa, en la antigua Colombia, era el título dado a los gobernantes del Sur de la confederación muisca. Era un cargo hereditario, a través del sobrino del gobernante. El poder de los zipas tenía su asiento en Bacatá. Dentro del ámbito de la cultura muisca, y en la laguna de Guatavita, surgió la ceremonia que dio origen al mito de El Dorado, y que Juan Rodríguez Freyle (1636) describe en estos términos:
''Era costumbre entre estos naturales que el que había de ser sucesor y heredero del señorío o cacicazgo de su tío, a quien heredaba, había de ayunar seis años metido en una cueva que tenían dedicada y señalada para esto, y que en todo este tiempo no había de tener parte con mujeres, ni comer carne, sal ni ají y otras cosas que les vedaban; y entre ellas que durante el ayuno no habían de ver el sol, sólo de noche tenían licencia para salir de la cueva y ver la luna y estrellas y recogerse antes que el sol los viese. Y cumplido este ayuno y ceremonias se metían en posesión del cacicazgo o señorío, y la primera jornada que habían de hacer era ir a la gran laguna de Guatavita a ofrecer y sacrificar al demonio (sic) que tenían por su dios y señor. La ceremonia que en esto había era que en aquella laguna se hacía una gran balsa de juncos, aderezábanla y adornábanla todo lo más vistoso que podían, metían en ella cuatro braseros encendidos en que desde luego quemaban mucho moque, que es el sahumerio de estos naturales, y trementina, con otros muchos y diversos perfumes. Estaba a este tiempo toda la laguna en redondo, con ser muy grande, y hondable de tal manera que puede navegar en ella un navío de alto bordo, la cual estaba toda coronada de infinidad de indios e indias, con mucha plumería, chagualas y coronas de oro, con infinitos fuegos a la redonda; y luego que en la balsa comenzaba el sahumerio lo encendían en tierra, en tal manera, que el humo impedía la luz del día. A este tiempo desnudaban al heredero en carnes vivas y lo untaban con una tierra pegajosa y lo espolvoreaban con oro en polvo y molido, de tal manera que iba cubierto todo de este metal. Metíanle en la balsa, en la cual iba parado, y a los pies le ponían un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su dios. Entraban con él en la balsa cuatro caciques, los más principales, sus sujetos, muy aderezados de plumería, coronas de oro, brazales y chagualas y orejeras de oro, también desnudos, y cada cual llevaba su ofrecimiento. En partiendo la balsa de tierra comenzaban los instrumentos, cornetas, fotutos y otros instrumentos, y con esto una gran vocería que atronaba montes y valles y duraba hasta que la balsa llegaba al medio de la laguna, de donde, con una bandera, se hacía señal para el silencio. Hacía el indio dorado su ofrecimiento echando todo el oro que llevaba a los pies en el medio de la laguna, y los demás caciques que iban con él y le acompañaban hacían lo propio, lo cual acabado abatían la bandera, que en todo el tiempo que gastaban en el ofrecimiento la tenían levantada, y partiendo la balsa a tierra comenzaba la grita, gaitas y fotutos con muy largos corros de bailes y danzas a su modo, con la cual ceremonia recibían al nuevo electo y quedaba conocido por señor y príncipe. De esta ceremonia se tomó aquel nombre tan celebrado del Dorado, que tantas vidas ha costado''.
Notemos, de paso, que a la raíz sitlal la podemos encontrar también en Zipango, que por dicha razón se podría confundir con Japan, encontrándose ambos en el cinturón de fuego del Pacífico.
Es de destacar, por otra parte, que ya en tiempos prehispánicos el Mar de Cortez o Mar Bermejo (recordemos que en chino Zĭ es ''purpúreo'' o ''violáceo'') era conocido como un mar donde se hallaban perlas rojas, y en general, multicolores.
El dato figura incluso en Las Sergas (hazañas) de Esplandián, de 1510 (varios años anterior al descubrimiento español de México), quinto de la serie de libros de caballería iniciada con el Amadís de Gaula, novela muy leída por los expedicionarios de Hernán Cortés, donde aparece un reino ficticio, la Península California, señorío de Calafia, reina de las amazonas.
Al mismo tiempo, existió una tradición oral sobre una isla misteriosa conocida por los indígenas guaycuras, cochimies y pericues de la Baja California Sur, quienes contaban:
''que en esa isla misteriosa existía una vegetación exuberante y tropical, y unas playas tapizadas materialmente de perlas rojas, grises, blancas, negras, malvas, amarillas, verdes y hasta azules''.
Solo se ha conservado un nombre Xocohiztli, el de la reina del lugar; xoko es la raíz del nombre de las frutas, en México, y denota el sabor, en general agrio que estas tienen, como en xokolatl (chocolate). Suficiente para suponer que Xocohiztli, reina de una isla de la Baja California según los indígenas, fuera identificada con Calafia, la reina amazona de la Península de California según el autor de la novela, Garci Rodríguez de Montalvo.
Zipa, título antiguo de los gobernantes de cultura muisca de Colombia, que al momento de entronizarse de bañaban en oro, existiendo además, los topónimos Zipacón y Zipaquirá.
Fuera de México, en Colombia, encontramos topónimos como Zipacón, nombre de una localidad ubicada a 50 km de Bogotá; y Zipaquirá, a 48 km de Bogotá. En Zipacón, desde 1450 bajo el dominio de la confederación muisca, se han encontrado los restos más antiguos de agricultura y alfarería, que datan del 1250 a.C. En cuanto a Zipaquirá, es una de las ciudades más antiguas de Colombia, y también fue un asentamiento muisca. La cultura muisca reúne características que nos hacen acordar a la Zipango de Marco Polo.
El Zipa, en la antigua Colombia, era el título dado a los gobernantes del Sur de la confederación muisca. Era un cargo hereditario, a través del sobrino del gobernante. El poder de los zipas tenía su asiento en Bacatá. Dentro del ámbito de la cultura muisca, y en la laguna de Guatavita, surgió la ceremonia que dio origen al mito de El Dorado, y que Juan Rodríguez Freyle (1636) describe en estos términos:
''Era costumbre entre estos naturales que el que había de ser sucesor y heredero del señorío o cacicazgo de su tío, a quien heredaba, había de ayunar seis años metido en una cueva que tenían dedicada y señalada para esto, y que en todo este tiempo no había de tener parte con mujeres, ni comer carne, sal ni ají y otras cosas que les vedaban; y entre ellas que durante el ayuno no habían de ver el sol, sólo de noche tenían licencia para salir de la cueva y ver la luna y estrellas y recogerse antes que el sol los viese. Y cumplido este ayuno y ceremonias se metían en posesión del cacicazgo o señorío, y la primera jornada que habían de hacer era ir a la gran laguna de Guatavita a ofrecer y sacrificar al demonio (sic) que tenían por su dios y señor. La ceremonia que en esto había era que en aquella laguna se hacía una gran balsa de juncos, aderezábanla y adornábanla todo lo más vistoso que podían, metían en ella cuatro braseros encendidos en que desde luego quemaban mucho moque, que es el sahumerio de estos naturales, y trementina, con otros muchos y diversos perfumes. Estaba a este tiempo toda la laguna en redondo, con ser muy grande, y hondable de tal manera que puede navegar en ella un navío de alto bordo, la cual estaba toda coronada de infinidad de indios e indias, con mucha plumería, chagualas y coronas de oro, con infinitos fuegos a la redonda; y luego que en la balsa comenzaba el sahumerio lo encendían en tierra, en tal manera, que el humo impedía la luz del día. A este tiempo desnudaban al heredero en carnes vivas y lo untaban con una tierra pegajosa y lo espolvoreaban con oro en polvo y molido, de tal manera que iba cubierto todo de este metal. Metíanle en la balsa, en la cual iba parado, y a los pies le ponían un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su dios. Entraban con él en la balsa cuatro caciques, los más principales, sus sujetos, muy aderezados de plumería, coronas de oro, brazales y chagualas y orejeras de oro, también desnudos, y cada cual llevaba su ofrecimiento. En partiendo la balsa de tierra comenzaban los instrumentos, cornetas, fotutos y otros instrumentos, y con esto una gran vocería que atronaba montes y valles y duraba hasta que la balsa llegaba al medio de la laguna, de donde, con una bandera, se hacía señal para el silencio. Hacía el indio dorado su ofrecimiento echando todo el oro que llevaba a los pies en el medio de la laguna, y los demás caciques que iban con él y le acompañaban hacían lo propio, lo cual acabado abatían la bandera, que en todo el tiempo que gastaban en el ofrecimiento la tenían levantada, y partiendo la balsa a tierra comenzaba la grita, gaitas y fotutos con muy largos corros de bailes y danzas a su modo, con la cual ceremonia recibían al nuevo electo y quedaba conocido por señor y príncipe. De esta ceremonia se tomó aquel nombre tan celebrado del Dorado, que tantas vidas ha costado''.
La barca muisca, durante la entronización del Zipa. Créditos: Mario Roberto Durán Ortiz |
Otros casos
Todavía tenemos Sipán, en Perú, nombre del yacimiento arqueológico donde fueron encontrados en 1987 los restos del Señor de Sipán, gobernante del siglo III y alto exponente de la cultura moche:
Fuente: Inti Raymi |
En la actualidad, Sipán es un centro poblado de Chiclayo, en el distrito de Zaña, costa Norte de Perú, sobre el Océano Pacífico.
Además tenemos tziptl, en náhuatl de Honduras (''que encanija, enfada, enoja''), y el mes zib entre los mayas, con las siguientes características:
''En el mes uinal zip, se juntaban los sacerdotes con sus mujeres, y usaban idolillos de la diosa Ixchel, y la fiesta se llamaba Ibcil Ixchel, invocaban a los dioses de la medicina que eran Itzamná, Citbolontun y Ahau Chamahez, realizaban un baile llamado Chantunyab. El día siete del uinal zip día invocaban a los dioses de la caza Ah Cancum, Zuhuyzib Zipitabai, y otros, cada cazador sacaba una flecha y una cabeza de venado las cuales eran untadas de betún azul, y bailaban con las flechas en las manos, se horadaban las orejas, otros la lengua y pasaban por los agujeros siete hojas de una hierba llamada Ac. Al día siguiente era el turno de los pescadores, pero ellos untaban de betún azul sus aparejos de pesca y no se horadaban las orejas, sino que se ponían arpones, y bailaban el Chohom, y después de realizada la ceremonia iban a la costa a pescar, los dioses eran Abkaknexoi, Abpua, y Ahcitzamalcun''. (Wikimedia)
- Conclusión
Como conclusión, Zipango es un nombre que responde a la fonética americana y que podría ser resultado de la fusión de topónimos como Zumpango (México), Zipacón (Colombia) y Sipán (Perú); podría haber representado América, sobre todo del lado del Pacífico, en los mapas europeos posteriores al año 1450.
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