sábado, 30 de noviembre de 2013

Historiografía Indiberya (I). ''Las Indias no eran colonias'' (Ricardo Levene) (1).

Las Indias no eran colonias

''Mapamundi del Reino de Indias'' dibujado por el cronista indígena Guaman Poma, y donde el Reino de Indias aparece como una entidad independiente del Reino de España. (Alrededor del año 1600).




“Las Leyes de la Recopilación de Indias nunca hablaban de colonias, y en diversas prescripciones se establece expresamente que son Provincias, Reinos, Señoríos, Repúblicas o territorios de Islas y Tierra Firme incorporados a la Corona de Castilla y León, que no podían enajenarse (…) El principio de la incorporación de estas Provincias implicaba el de la igualdad legal entre Castilla e Indias, amplio concepto que abarca la jerarquía y dignidad de sus instituciones” (Dr. Ricardo Levene)

Declaración de la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina sobre la denominación de colonial a un período de la historia argentina (y americana en general) -1948. Tomado de “LAS INDIAS NO ERAN COLONIAS”, tercera edición, del Dr. Ricardo Levene, Colección Austral Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1973, página 153. Publicado en el sitio web del Instituto Ecuatoriano de Cultura Hispánica.

En la sesión de fecha 2 de octubre de 1948, la Academia Nacional de la Historia trató el siguiente proyecto del presidente de la Academia, doctor Ricardo Levene, sobre la denominación de colonial a un período de la Historia Argentina.

Dice así el proyecto del doctor Levene, dictaminado en sentido favorable por los académicos integrantes de la Comisión Especial, señores Martín. S Noel, Arturo Capdevilla y Carlos Heras, y aprobado por la Academia:

«La investigación histórica moderna ha puesto en evidencia los altos valores de la civilización española y su transvasamiento en el Nuevo Mundo

»Como un homenaje a la verdad histórica, corresponde establecer el verdadero alcance de la calificación o denominación de colonial, a un período de nuestra Historia.

»Se llama comúnmente el período colonial de la Historia Argentina a la época de la dominación española (dominación que es señorío o imperio que tiene sobre un territorio el que ejercer la soberanía), aceptándose y transmitiéndose por hábito aquella calificación de colonial, forma de caracterizar una etapa de nuestra historia, durante la cual estos dominios no fueron coloniales o factorías, propiamente dichas.

»Las Leyes de la Recopilación de Indias nunca hablaban de colonias, y en diversas prescripciones se establece expresamente que son Provincias, Reinos, Señoríos, Repúblicas o territorios de Islas y Tierra Firme incorporados a la Corona de Castilla y León, que no podían enajenarse. La primera de esas  leyes es de 1519, dictada para la Isla Española, antes de cumplirse treinta años del Descubrimiento, y la de 1520, de carácter general, es para todas las Islas e Indias descubiertas y por descubrir (Recopilación de Leyes de Indias,Libro III, Título I, Ley I).

»El principio de la incorporación de estas Provincias implicaba el de la igualdad legal entre Castilla e Indias, amplio concepto que abarca la jerarquía y dignidad de sus instituciones, por ejemplo, la igualdad de los Consejos de Castilla y de Indias, como el reconocimiento de iguales derechos a sus naturales y la potestad legislativa de las autoridades de Indias, que crearon el nuevo Derecho Indiano, imagen fiel de las necesidades territoriales.

»Pues que las Indias no eran colonias o factorías, sino Provincias, los Reyes se obligaron a mantenerlas unidas para su mayor perpetuidad y firmeza, prohibiendo su enajenación  y en virtud de los trabajos de descubridores y pobladores y sus descendientes, llamado “los beneméritos de Indias”, prometían y daban fe y palabra real de que para siempre jamás no serían enajenadas.

»Conforme a estos principios, una Ley de Indias mandaba que por justas causas convenía que en todas las capitulaciones que se hicieran para nuevos descubrimientos “se excuse esta palabra conquista y en su lugar se use de las de pacificación y población”, para que aquella palabra no se interprete contra la intención superior (Recopilación de las Leyes de Indias, Libro IV, Título I, Ley VI).

»Este aspecto legal debe distinguirse del de la realidad del proceso revolucionario de América que tuvo por fin la emancipación y la organización republicana, determinado por causas fundamentales que explican la formación orgánica y consciente de las nacionalidades libres del Nuevo Mundo.

»En atención a las precedentes consideraciones la Academia Nacional de la Historia de la Argentina, respetando la libertad de opinión y de ideas históricas, sugiere a los autores de obras, de investigación, de síntesis o de textos de Historia de América y de la Argentina, quieran excusar la expresión “período colonial” y sustituirla entre otras por la de “período de la dominación y civilización española”.

»Se desarrolló así la sesión:

»El Académico Sr. Amadeo dice que el período español o dominación española dejó de serlo, de facto el 25 de Mayo de 1810, y de jure el 9 de julio de 1816. Esto para nosotros, pues para España sólo dejó de serlo cuando reconoció a la Argentina como nación libre e independiente. Como esta civilización no termina, sugiere que más acertado, sería poner “Período de la dominación española” y suprimir “civilización”.

»El Académico Dr. Pueyrredón dice que sólo debía decirse “Período español”, suprimiéndose también el vocablo “dominación”.

»El Académico arquitecto Noel expresa que se adherirá al proyecto del presidente. En sus trabajos trató de no emplear la palabra “colonial” por su vaguedad en el campo artístico. Ha venido sosteniendo la conveniencia de emplear en los términos “protovirreynal” y “virreynal”, aludiendo, respectivamente, al período que un historiador español denominó “de la conquista”, y al que generalmente se llama “colonial”. Abundan, además las razones expuestas de orden histórico, artísticas que abonan en tal sentido, y que ha dejado expuestas en distintas oportunidades con arreglo a los períodos fundamentales e influencias históricas que aconsejan una clasificación más científica de nuestra evolución arquitectónica y artes plásticas.

»El Académico Dr. Ravigniani comenzó manifestando que consideraba en principio que todas las clasificaciones son artificiales y que es del fuero mental de cada historiador establecer la denominación o clasificación de cada período. Que él, por su parte, y como una posición personal, considera la expresión “época colonial” la correcta, y que la seguirá empleando, sin perjuicio de respetar la libre opinión de cada uno. Pide al señor presidente quiera aclarar el alcance o contenido del proyecto.

»El Dr. Levene manifiesta que el proyecto sólo persigue una finalidad científica e histórica. La Academia siempre ha hecho manifestaciones de ese carácter, qué sólo son expresión de ideas, puntos de vista y orientaciones generales para los estudiosos de América y para los autores de obras de investigación o didáctica, como en los casos en que expresa que debe enseñarse principalmente la historia de la civilización o historia documental y crítica, o enseñanza en los gabinetes con carácter práctico; o la revisión de los textos de Historia Americana y Argentina, respetando la libertad de opiniones. Dice que la palabra “colonia” no figura en las Leyes de Indias y que desde el año 1500 existe una ley que declaraba iguales a españoles e indios, no sólo españoles europeos con españoles americanos. Observa que la labor de todos los historiadores contemporáneos está conforme en reconocer el significado jurídico de la dominación española, todo lo cual no impide afirmar, como se hace en el proyecto, que la Revolución tuvo por fin ya en 1810, la independencia y la organización republicana pues que España ha formado naciones libres.

»El Dr. Ravigniani agregó algunas aclaraciones sobre el concepto de colonia, independiente de los textos legales recordados. A su juicio, el asunto es de tanta importancia que merecía se le dedicara una sesión especial, pues tendría muchas razones de índole legal y de práctica de gobierno en favor de su disconformidad con el cambio, pero con la aclaración hecha, nada tiene que agregar.

»Expresa su adhesión al proyecto el Académico Dr. Capdevila, quien recuerda que colonias eran las que tenían otras potencias, pero España, que las consideró iguales a sí misma y dio a estas Indias todo lo que era y tenía espiritualmente.

»Por su parte el Académico Dr. Enrique Ruiz Guiñazú observó que los publicistas españoles, con alguna rara excepción, tampoco emplearon la palabra colonia, que se produjo recién después de publicada la obra de Robertson, así como también que los colonizadores españoles reeditaban en Indias los apelativos peninsulares de Nueva España, Castilla del Oro, Nueva Galicia, Nueva Andalucía, etc.

»El Académico Dr. Álvarez dijo que en el fondo había acuerdo general y se trataba de dar con la denominación que fuera expresión de la verdad de estas dos corrientes históricas: la legal y la de la realidad misma, y que esa palabra era “período hispánico” de acuerdo con lo expuesto por el académico Dr. Pueyrredón, que proponía “período español”.

»El presidente la Academia manifestó su conformidad a la variante de forma del Académico Dr. Álvarez, proposición que fue admitida y votada por los presentes, quedando aprobado el proyecto del Dr. Ricardo Levene.»

Tomado de ''Hispanoamérica Unida''. Ud. puede leer el artículo original en su fuente si visita el siguiente enlace:



martes, 26 de noviembre de 2013

Memorias de Indiberya (I). El día que los ''negros'' de Malí descubrieron América o cómo se formó el espacio afro-ibérico

Hispanidad... ¡tendrás tu reino! Pero tu reino no será de este mundo
                                          León Felipe (1884-1968)


Éramos estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de Montevideo, allá lejos y hace tiempo. Habíamos parado en la cantina de la Facultad, que para filosofía de boliche era inmejorable. Estábamos a punto no ya de arreglar el mundo, sino la muy imperfecta Historia de la humanidad.

-Entonces, el tema de hoy es por qué fue Colón el que descubrió América, y no Cheng Ho.
-¿Cómo seríamos nosotros si hubiéramos sido descubiertos por los chinos? Imaginate... por los vikingos...
-Tanta pelea, tanta pelea, y al final los que descubrieron América fueron los negros...
-¡Los negros! ¡Me puedo llegar a matar de la risa!

Capítulo en el que se cuenta cómo el Rey de Reyes de los mandinga hizo un viaje hasta el fin del mundo 

-Está en este libro. (Historia General de África, ''Siglos XII a XVI'', Editorial Tecnos/Unesco, 1982, pág. 169)
-¡A ver...!
-Fueron los negros de Malí, dirigidos por el Rey de Reyes, el hombre más rico de todos los tiempos del Reino más grande de su época, predecesor del Mansa Musa, Emperador de los malinké o mandinga, que son pueblos que hablan lenguas del tronco mande...
-¡Puáa...! ¡¡A ver...!!
-¡Ay! ¡Me vas a arrancar el brazo!
-¡No! ¡Yo leo, porque si no, van a romper el libro!
-¡No, dame que yo leo! ¡Guarda! Habla el Mansa Musa:

''El gobernante que me precedió no creía que sería imposible alcanzar el extremo del Océano que rodea la Tierra. Quería alcanzar el fin del mundo y estaba determinado a continuar su plan. De modo que equipó doscientos barcos llenos de hombres, y muchos otros repletos de oro, agua y provisiones suficientes para muchos años. Ordenó que el Capitán no regresara hasta que hubiera alcanzado el otro confín del Océano, o hubiera terminado con todas las provisiones y el agua. Así partieron en su travesía. Estuvieron ausentes durante un largo período, y, al final, solo un barco regresó. Cuando se preguntó al Capitán este respondió: 'Oh Príncipe, nosotros navegamos durante mucho tiempo, hasta que vimos en medio del océano un gran río que corría masivamente. Mi barco era el último, todos los demás estaban delante, y fueron absorbidos en el gran remolino y no volvieron a aparecer jamás. Yo navegué de vuelta para escapar de esta corriente.' Pero el Rey no le creyó. Ordenó que doscientos barcos fueran equipados para él y sus hombres, y mil más con agua y provisiones. Entonces me confió la regencia durante el término de su ausencia, y partió con sus hombres, para no regresar ni dar señales de vida jamás''.

-Ahora, el río en el medio del Océano es el Amazonas... O el Orinoco.
-O el Río de la Plata...
-¿De ahí viene el dicho ''Cosa de Mandinga''...?
-Mandinga es el Diablo con forma de negro.
-¡Y bueno! ¿Qué te parece?
-Bueno, para saber bien, habría que ir hasta Malí, salir en balsa y después, ver a dónde vamos a parar... ¿Quién se anota?
-Pará un poquito. ¿Dónde estaba escrito eso?
-En un manuscrito egipcio.
-Claro, en Egipto descubren todo.
-¿Cómo? ¿No estaban en Malí?
-Sí pero el hombre este se fue hasta Egipto, y ahí contó la historia del viaje.
-¡¡Ah...!!
-Parece que era tan rico el tipo este, que cuando viajaba iba repartiendo oro por la calle.
-¿Desde Malí hasta Egipto repartiendo oro por la calle?
-No. Desde Malí hasta La Meca. Hizo una peregrinación hasta La Meca.
-No me digas nada. Con 500 elefantes.
-No, negro. Con 80.000 cortesanos y como 800 camellos. Cada camello y cada persona llevaba kilos de oro. En cada ciudad que pasaba, hacía donaciones. A cada pobre que veía, le daba monedas de oro. A la ciudad donde paraba cada viernes, le donaba una mezquita. Hizo bajar el precio mundial del oro. ¡Acabó con la pobreza!
-Bueno, ¿ves? Eso está todavía mucho mejor que el descubrimiento de América.

-

-¡Che! ¿De qué están hablando ustedes?
-De que los negros descubrieron América.
-¡Che! ¡Siempre divagando! ¿Cuándo van a aterrizar? ¡Y yo que quería hablarles del camarada Mao Tse Tung, el Gran Timonel de la Revolución China!
-¡¿Qué Gran Timonel de la Revolución China?! ¡Mansa Musa! ¡Acabó con el hambre en África en la Edad Media!
-Y nosotros los negros estamos aquí en América gracias a él.
-¡Mansa Musa! ¡El Gran Timonel de la Revolución Mundial!
-Bueno, estuvimos a punto de hablar de Cheng Ho. Pero no salió la conversación.
-Pasando en limpio. El predecesor del tipo este...
-Abubakari II se llamaba...
-Descubrió América...
-Abubakari no, el Capitán de Abubakari...
-El Cristóbal Colón negro... Descubrió América... ¿Cuándo fue eso?
-Más o menos en 1311.
-Abubakari no le creyó. Hizo otra expedición y nunca más volvió.
-Se quedó a vivir en América. La colonizó. ¿Cuándo fue eso?
-Años 1407-1425.
-Pará un poquito. ¿Y cómo saben que fue en esos años?
-Es la teoría de un guyanés que se llama Van Sertima. (Nota al pie en la página citada). Porque los indios al oro le decían guanin, que es una palabra africana, pero hay muchos otros resabios de lengua mande en América, hay tradiciones orales y escritas de un lado y del otro del Océano que son de esas fechas.


-Los negros de Malí descubrieron América. ¡Hay que salir corriendo a contárselo!
-Vos querés viajar a Malí, sea como sea...
-Ya lo deben saber. Por eso publicaron el libro.
-Aquí dice que en Malí siguen celebrando a Abubakari  II como descubridor de América.
-¿Lo celebran? 
-Sí, los griots, que son los encargados de conservar las tradiciones orales relacionadas con sus grandes hazañas históricas le dedican canciones.


¿Y para cuándo aplazaron la toma de posesión de América?
-Hay que empezar a mentalizarse: América Latina pertenece al África.
-Ni Rusia ni Yanquilandia; África.
-Los hombres negros de la profecía esperada.
-Nuestros Viracochas de ébano.
-Van a bajar a cañonazos las cruces de las iglesias.
-¿Y qué van a poner?
-El escudo de Malí.
-Imaginate, con todo lo que tienen para sacar de acá.
-Se les termina el hambre en África.
-¿Se imaginan un ejército africano desembarcando aquí?
-¡Ojalá pudieran!
-¡Pobres africanos!

Epílogo

Pasaron los años. Y un día encuentro lo que sigue en el tratado de Fray Gregorio García sobre El Origen de los Indios del Nuevo Mundo (1606):

''Que es tradición de los indios de Quarequa [Cuarecuá, poblado de Panamá, adonde llegaron Balboa e Hinojosa en 1513] haber sido llevados con tempestad a la tierra que habitaban, desde las costas de Guinea o Etiopía; y en Yucatán era tradición que los pobladores vinieron por Mar de hacia Oriente, o Ceniaj, como llamaban los indios, y creían que desde la isla de Cuba [...] antigua lengua de los de Yucatán [...]''. 

''Justificada esta probabilidad y la congruencia de ser etíopes, califica la conjetura con las costumbres de una y otra nación, de las cuales se hará breve comparación, por estar referidas muchas en otras naciones. La más especial resulta de las figuras de los etíopes, que usaron antes que tuviesen letras [se refiere a escritura jeroglífica o pictográfica] [...] el número de días que daban al año [360] [...] estar reputados por judíos los etíopes [...] cuyas ceremonias se hallaron en los indios, especialmente la circuncisión; [...] el lavatorio o bautismo con que creían los indios dejar felices a los niños, según Hornio, extendido desde Canarias en muchas partes de las Indias [los etíopes son cristianos] [...]''.

''Luis Beltrán halló cerca de Cartagena una isla de negros, y los arquejos, junto a Cutara, están en el nombre publicando su color [probablemente arquejo significara negro en dicha lengua]; y no es extraño, pues los indios de La Española decían haber llegado a ella gente negra, de hacia la parte del sur y sureste que traía azagayas [lanza o dardo arrojadizo] con hierros de guanin [insignia de oro y bronce usada por la nobleza taína; en las lenguas del tronco mande parece que es un término frecuente] [...] que no se ha de despreciar camino alguno por donde pudieren ir los hombres a las Indias después del Diluvio [...]''. (El Origen de los Indios del Nuevo Mundo, Libro IV, Capítulo IV, ''De los etíopes y su población en Yucatán y otras partes de Indias'').

No era una tesis de Van Sertima. Era una intuición muy antigua, y además era una teoría española, porque Gregorio García menciona como fuentes a decenas de autores de su época, en su mayor parte españoles. Los mismos españoles a los que después se acusa de haber montado ''la trama Colón'' a manera de una supuesta ''estafa'' del descubrimiento de América. Gregorio García lo había pensado todo: los egipcios cruzando el Atlántico, los tártaros abandonando Siberia para entrar en Norteamérica... ¡Hace 400 años! La última frase de Gregorio García es genial. ¡Costó un triunfo que se admitiera eso! ¡Qué ingenuidad la nuestra y qué época de oscurantismo que nos ha tocado vivir!.

Contextos

El eje comercial y cultural íbero-africano (o afro-ibérico) de los siglos XII-XIII

Una serie de tratados comerciales vinculaban a magrebíes del Norte de África e hispanos, y permitían a estos últimos utilizar libremente Tlemcen y Marrakesh, donde existía toda una cadena de albergues, almacenes y centros de negocios administrados por cónsules. Los ibéricos exportaban hacia el Magreb (al Norte de África) metales, madera, objetos de quincalla, especias de Oriente, productos para teñir, vino, papel, textiles. Importaban lana, pieles, cera de Bugía, dátiles, tapices, artesanías. Había un eje comercial Barcelona-Mallorca-Tlemcen-Sidjilmasa.

La influencia comercial magrebí fue bien aprovechada por los ibéricos. Esto produjo una revolución en la matemática y la astronomía, requisito previo de cualquier viaje marítimo a larga distancia. Fue así como se conocieron las Tablas astronómicas de Meslama al-Madjriti que datan del año 1000; la Enciclopedia astrológica de Ibn Abi al-Ridjal; las Tablas de Al-Zarkali (Azarquiel) traducidas por Gerardo de Cremona y conocidas como Tablas Toledanas, etc.

¿El descubrimiento de América por los malinké en el año 1311?

No le resta méritos a Colón, al contrario, lo universaliza. Demuestra hasta qué punto encarnó un sueño colectivo íbero-africano, o afro-ibérico: el de la ruta del Oeste. Hace de 1492 un proyecto también africano.

En el año 1325, Mansa Musa I (1307-1332) hizo un célebre viaje por el mundo, con la intención de dar a conocer la riqueza del Reino de Ghana-Malí, fundado en 1235 por Sumaoro Kannte. Desde 1255-1270, bajo la dirección del Mansa Ulé, este Reino controlaba el comercio transahariano.

Así que cuando en 1325, Mansa Musa I hizo su peregrinación a la Meca, fue tanto el oro que -como propaganda- repartió por el camino que hizo bajar su precio en el mercado. Desde entonces Egipto, el Magreb, Italia y Portugal, se interesaron cada vez más por Malí. Lo cierto es que Musa I hizo una larga parada en El Cairo. Allí contó que Abubakari II, había muerto en una expedición marítima, en 1311, ''porque este soberano no quería entender que era imposible llegar al extremo del mar circundante; él quería alcanzarlo e insistió en su intento''.

Un escribano egipcio tomó nota: hubo dos expediciones. En la primera, se enviaron 200 navíos ''llenos de hombres, y de muchas cosas de oro, agua y víveres, en cantidad suficiente para años''. Ya en la segunda, zarparon 2.000 barcos. 

Entre los años 1331 y 1332, otro célebre viajero africano, Ibn Batuta, salió de Marruecos, su patria, para explorar el mundo. Cuando estuvo en el Este de África escribió:

''[...] Salí para la ciudad de Adén, el puerto del país del Yemen, en la ribera del Gran Océano [...] En esta ciudad viven comerciantes de la India y también de Egipto [...] Algunos de estos mercaderes tienen grandes riquezas, hasta el punto de que es frecuente que uno solo de ellos sea propietario de un gran barco con toda su carga, sin asociarse con ningún otro [...] En saliendo de Adén, viajé cuatro días por mar y llegué a Zayla, ciudad de los Barbara, una taifa de negros que siguen la escuela chafeíta [...]''.

El célebre viajero y naturalista nació en Tánger en 1304 y murió hacia 1369. Para 1351-1353, cuando el marroquí realizó su periplo a través de Al Andalus y Malí, la construcción de aquel espacio cultural y comercial íbero-africano o afro-ibérico, ya estaba muy avanzada. Ibn Battuta pudo recorrer una ruta que lo llevó desde Granada, España, hasta Gao, sobre el curso medio del Níger, en Malí, y Mima, más cerca de sus nacientes, en Guinea. Este espacio formaba un triángulo perfecto.


Mapa tomado de Ibn Battuta,
A través del Islam,
Alianza Universidad,
 Madrid, 1987, pág. 101. 
Edición a cargo del Dr.
Federico Rubio y Galí (Madrid/Granada)

Para mediados del siglo XIV la antigua ruta comercial y cultural que unía Barcelona y Sidjilmasa se había extendido, abriéndose en dos ramales: uno que conducía al este y otro al oeste de África. Por el este se iba hasta Azelik, cerca de Gao; por el oeste hasta Iwalatan, en las nacientes del Níger. Navegando por el río Níger se llegaba a Tombuctú, la ciudad de los libros; de Tombuctú a Gao, y desde allí a la desembocadura del Níger en el Océano Atlántico, en la actual Nigeria. Tal vez la ruta de la expedición mandinga que se embarcó con rumbo Oeste en 1311.

Lo interesante es que en el Atlas Catalán de 1375 atribuido a Abraham Cresques, muy prolijo, minucioso y preciso, aparece bien destacada la figura de Mansa Musa. Está claro que el mundo medieval ibérico y afroibérico conoció esta hazaña. Es el mapa catalán más importante de la Edad Media, pertenece a la escuela de cartógrafos mallorquines que fue la más destacada de su época y su información se tiene que haber tenido en cuenta durante el Renacimiento. Su autor también era fabricante de brújulas y conocía la rosa de los vientos de 32 rumbos, la primera en ser dibujada en su época.

Fue Don Pedro IV de Aragón y Cataluña quien solicitó a Cresques que realizara su célebre mapa. Este hizo una primera versión. Años más tarde Juan I de Aragón, que había regalado el mapa a su primo, el Rey de Francia, pidió a Jafudá Cresques que hiciera una segunda versión. Cresques terminó esta versión en 1389. El mapa que estamos mirando ahora es una copia facsimilar de dicho mapa. El original se perdió.




El mapa completo abarca desde el meridiano de Canarias hasta el Mar de China por el este, y por el norte hasta Islandia. En el Norte de África se ve Tomboctú, los tuaregs y Mansa Musa.

Fuente: http://valdeperrillos.com/books/cartografia-historia-mapas-antiguos/cartografia-para-navegantes-portulanos/mapamundi-cresques-

En el extremo Este del mapa se puede ver el Reino de Delli (la India), el Reino de Cathay (China) y las islas de Insulindia, es decir, del sureste asiático donde se hallaban las famosas islas de las especias, de las que el mapa registra 5.000.

También en el extremo Este figuran, en dirección N.E. los Reinos de Gog y Magog y en el extremo S.E. el Reino de Trapobana. La información del mapa está tomada de los relatos de viajeros como Marco Polo y otros.


Mansa Musa según Jafudá Cresques
En el año 1976, Iván Van Sertima, abrió una investigación sobre este tema. Dado que la capital, Niani, era una ciudad de tipo afroárabe, el arqueólogo Ibarra Grasso hizo un inventario de coincidencias entre artefactos culturales afroárabes e indígenas: conocimiento del número 0; idénticos pictogramas para representar los mismos instrumentos astronómicos; uso de piedras geomagnéticas como brújulas; representaciones precolombinas de negroafricanos; uso de alambiques para destilar alcoholes y perfumes; uso del arco árabe; cántaros con forma de asa-estribo; tipos de maíz, plátanos, y ñame; parentesco lingüístico del maude y el maya; etc. 
Músicos moro y cristiano tocando la cítara hispánica
durante la Edad Media

Haya o no desembarcado Mansa Musa en América en 1312, después de -según se supone- un año de viaje, lo cierto es que la formación del espacio afro-ibérico comenzó mucho antes de 1492 y continuó mucho después.



Vea aquí la biografía de Compay Segundo, el genio musical nieto de una esclava africana que murió libre a la edad de 106 años

domingo, 24 de noviembre de 2013

Memorias de Indiberya (I) Historia de una patria más allá del rincón y del cerco, desde el sol hasta la luna.

Hispanidad... ¡tendrás tu reino! Pero tu reino no será de este mundo
                                          León Felipe (1884-1968)


Entre los años 1580 y 1640 el Reino de España e Indias, Portugal, Brasil y Algarve, era el Estado más extenso de su época, como que iba desde Ceuta (fundada por los romanos en la orilla africana del Estrecho de Gibraltar, en la Tingitana, pero con la misma historia que la Península ibérica) hasta Macao (fundada en 1557 en China por los portugueses); y desde Ciudad de Dios (actual Los Ángeles en California, EEUU, adonde Juan Rodríguez Cabrillo, de origen portugués llegó en 1542), hasta el Mar de Hoces, que baña las costas de la Antártida, separándola de América del Sur, y que el marino español Francisco de Hoces descubrió en 1525, -por no decir que ya lo tenían más que explorado y descubierto los pueblos de Tierra del Fuego- antes que vinieran Drake, Cook y Darwin, interesados en atribuirse el descubrimiento.


Planisferio de Alberto Cantino, de 1502













Con la ventaja, de que este Reino no era un Imperio más que forzando el sentido de la palabra (porque ''Reino muy extenso formado por otros Reinos menores'' no es una acepción válida para Imperio, en lengua española), sino más bien una reunión o casi federación de patrias chicas (''Asociación de Repúblicas Comunales'', pensaba Felipe Ferreiro, porque para las Leyes de Indias, ''República'' era cualquier comunidad política autónoma) en una sola Patria Grande de tipo medieval-renacentista, claro.

(Vea en este mismo blog ''República Indiana, Repúblicas de Indios y Palenques o Repúblicas de Negros'').

''Dejad que siga y bogue la galera/ bajo la tempestad, sobre las olas...'' (Rubén Darío, poeta nacido en Nicaragua; poema ''España''; 1898; en Versos Ocasionales, Obras Completas).

En 1479, reunión de las patrias chicas de Castilla y Aragón; en 1516, por herencia dinástica de Doña Juana de Trastámara y su hijo Don Carlos de Habsburgo, ''de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Islas, Indias y Tierra Firme del mar Océano, de Barcelona, de Vizcaya, de Molina, de Atenas, de Neopatria, de Ruisellón, de Cerdaña, de Oristán, de Gociano, de Austria, de Borgoña, de Brabante, de Flandes, de Tirol'', y sigue la lista... Que obviamente, soberanos como estos no es que no hayan estado nunca en América, sino que nunca estuvieron en todos estos lugares al mismo tiempo, porque era imposible.

Pero esta lista de patrias chicas era solo para empezar, porque en 1580, el Rey de los Reinos lo fue también (por herencia dinástica), de Portugal, de Brasil, de Insulindia, de Guinea, de la India, del Algarve, y demás Indias, Guineas, y Algarves, es decir, América con Asia, Oceanía, y todo lo que hubiese al suroeste de Andalucía: la más grande de las Patrias Grandes que el mundo haya conocido. Y esto no es una novela, no es un mito, no es un sueño, no es una leyenda: es historia nuestra.

En el tiempo que duró la Unión Ibérica se fundaron, en Brasil, en 1599, ciudades como Natal; en 1616 Belén o Pará; en 1636, el importante puerto de San Sebastián; en 1638, San Francisco; Brasil se convirtió en el primer productor mundial de azúcar, en uno de los principales centros del comercio internacional de dicha especia, y se organizaron las misiones jesuitas dentro del país.




''Europa no es más que un rinconcito del mundo...''. Marco Aurelio, Emperador y filósofo romano, ''Pensamientos''... ''Colón pasó los godos al ignorado cerco de esta bola''. Quevedo, poeta español, soneto ''Un godo''


Si España hubiera querido ser solo ''Occidente'', no hubiese tenido por lema Plus Ultra (Más allá); como trascendiendo las Columnas de Hércules o Estrecho de Gibraltar, donde una columna representa Europa, la otra columna representa África (la derecha equivale al Norte y la izquierda al Sur en los mapas antiguos), y América, Oceanía, Asia y la Antártida, quedan ''Más allá''. Aunque a cierta altura de los acontecimientos la columna africana vino a significar también las Indias. (Que nuestros contemporáneos, por el año 1981, y siempre con peor criterio que los antiguos, pusieron por ley que las coronas de los capiteles representan una el Reino y la otra el Imperio. Y yo pregunto: ¿dónde, España, tienes el Imperio?).

Emblema de Carlos I en el Ayuntamiento de Sevilla. Créditos: Ignacio Gavira











De esta manera España (junto con Portugal e Italia) se convirtieron en las primeras patrias chicas en salir del rincón de Europa y del cerco de los godos (el hemisferio europeo) para pasar los godos a otro cerco de la bola, el hemisferio americano.

Pero no para imaginarse el Plus Ultra como un Extremo Occidente (América) ni como Muy Extremo Occidente (Filipinas) o Extremísimo Occidente (China y Japón); porque para eso China se hubiera imaginado Filipinas como su Cercano Oriente; América su Extremo Oriente y Europa su Extremísimo Oriente. Ocurre que el mundo no es una proyección del sí mismo, el placer de mirarse un ombligo gigantesco.

Caravaggio: ''El amor vicioso''. 1602-1603.

O el placer de mirarse en el espejo para darse el gusto de ver que el otro es casi idéntico a uno mismo, como hizo Narciso; o, si el otro es visto como una criatura o creación de uno mismo, quedar enamorado de ella, como hizo Pigmaleón:








Esto de imaginarse Occidente el mundo como una eterna proyección del sí mismo parece una conjura contra Oriente. Como si China fuera todavía algo temible y exótico para el mundo europeo. Como si Europa no conociera China. Como si nunca la hubiera conocido. Como si nunca hubiera vivido en ella. En ese estado mental no se pueden hacer descubrimientos; lo que se termina haciendo es bloquear la posibilidad de hacer descubrimientos.



Basta dar un paso al Oeste de las Columnas de Hércules (al menos las de la mente) para encontrarse ya con Oriente, que era la idea de Cristóbal Colón. ¿Qué instrumento europeo trasplantado es la marimba? Ninguno. Es una invención mexicana a partir de influencias locales y sobre todo, africanas.



Ni España ni la Hispanidad quisieron nunca ser solo Occidente, porque el Plus Ultra de España es el Sapere aude de la Época Moderna: ''¡Saber más!''. Es una fórmula contestataria, desde el momento que contesta el Non Terrae Plus Ultra (No hay Tierra más allá del rincón) de la Época anterior, que no quería romper el cerco de los godos, ni dejar de ser mosca que se posa siempre en la misma parte de la bola.

Moneda del Reino de España e Indias,
''Hispaniarum et Indiarum'' (en el borde). 

''Plus Ultra'' (en el centro). 
Los capiteles de las columnas son iguales, lo cual indica la igual jerarquía del Reino de España y del Reino de Indias. Siglo XVI.




Que luego España, para ser más clara, añadió otro lema; aquello de ser un Reino a solis ortu usque ad occasum, ''desde la salida del Sol hasta el ocaso''; con lo cual desaparecen el Hemisferio Occidental y el Oriental; el Norte y el Sur. 

Copia artística, en cerámica, del Mapamundi del Reino de Indias, de Guaman Poma, con el sol en un extremo y la luna en el otro.








Con este lema, la humanidad deja de estar dividida en hemisferios y se funde en una sola esfera humano-universal, pero no por abolición de las diferencias, sino por apropiación y valoración de las diferencias.




Porque basta dar un paso más allá de las Columnas de Hércules, para encontrar la diferencia y enriquecerse con ella, que no otra cosa es la experiencia. Experiencia y no experimento; porque experimento es querer manipular las personas y las cosas de acuerdo con la voluntad de uno; y experiencia, es el arte de transformarse uno mismo por dentro al estar en contacto con personas y cosas diferentes. Si no hay transformación interior, no hay experiencia, del tipo que sea.

''Si un día la justicia estuvo sola, lo sentirá la humanidad entera...'' Rubén Darío, ''España'', 1898

Por eso los imperialismos son estériles; imponen experimentos pero no pueden producir experiencias. Como mucho, forman élites funcionales a sus intereses; no pueden formar pueblos nuevos; trasplantan pueblos, crean artificialmente poblaciones. Imperio y civilización universal son opuestos contradictorios. El primero elimina la posibilidad del otro porque crea un mundo que profundiza y extiende las injusticias, la violencia, los odios y los rencores.

Por eso, Castilla no solo no fundó un Imperio sino que frustró la posibilidad de que el Imperio carolino del primer Habsburgo se convirtiera en Imperio español. Que las comunidades castellanas contra el Imperio heroicamente se rebelaron y con sangre y fuego les pagaron.



Y si alguna vez en España fueron derrotadas las comunidades castellanas (de lo que tengo mis dudas), eso no les impidió prosperar más allá, o sea, en América, o sea, en las Españas. La formación de pueblos nuevos, con historia, con identidad, y con capacidad de autodeterminación, depende de que se hayan producido experiencias.

Basta comparar el tipo de colonización promovida por España con la que promovió Inglaterra. La Argentina está formada por pueblos soberanos; no es el caso en las islas Malvinas. Desde 1833, los pueblos de la Argentina han pasado por toda clase de vicisitudes históricas, buenas y malas, heroicas y diabólicas; la población de las Malvinas (que siempre suma la misma cantidad de gente y cuya composición étnica es vigilada y controlada) se encuentra siempre en el mismo momento histórico; y cuando pasa por algún trance, es a consecuencia de lo que ocurre en la Argentina. No podría defenderse sola, como un verdadero pueblo, y necesita tener el suelo ocupado por un ejército ajeno. Si eso no es subdesarrollo ¿entonces qué es subdesarrollo?

Washington no es capaz de proclamar la americanidad de las Malvinas como no es capaz de reclamarle a Londres la independencia de las colonias británicas en el Caribe, ante sus propias narices. Desde este punto de vista, Washington no es capaz de despegarse de Londres, como no puede hacerlo, la cabeza atrofiada del siamés inviable, del pecho de su hermano nacido vivo. 

Y con Canadá y Australia, son tres las cabezas de siameses. Porque estos países no tienen ni Jefes de Estado propio (su Jefe de Estado es la Reina de Inglaterra), como sí los tienen hasta los países más humildes de Nuestra América Latina. (Cosa inimaginable sería entre nosotros que Juan Carlos de Borbón y Borbón fuera el Jefe de Estado de cada uno de nuestros países). O se es un Imperio, o se es un Pueblo Libre.

Los pueblos libres para formarse necesitan experiencias, no experimentos; una experiencia fundamental es la del mestizaje, porque representa el democrático entronque con el otro, pero no cualquier mestizaje, sino (en América) el mestizaje con el indio, sin el cual no puede nacerle a nadie verdadero amor a la tierra en la que vio la luz, como sería en Europa si el mestizaje se impusiera sin los europeos, en Asia el mestizaje sin los asiáticos y en África, el mestizaje sin los africanos. Sin este entroque con la savia del árbol no hay pueblo sino población colonial creada artificialmente por una metrópoli con características tales que nunca será capaz de poner en crisis el orden colonial. Para ser democrático primero hay que ser un pueblo, un demos.

Si en EEUU las cosas fueran de otra manera; si al pueblo de EEUU su todopoderoso 1% le permitiera constituirse definitivamente como demos, hace tiempo que hubiera proclamado la americanidad de la lengua española, hablada en Norteamérica por pueblos americanos constituidos como tales desde hace 500 años; y ya se tendría por nacionales a todos los hispanos. (¿Cómo puede haber en una democracia personas que no tienen derechos a causa de su origen y de su etnia, que en todo caso es originaria de la misma América?). 

El español sería lengua co-oficial en EEUU, como son co-oficiales las lenguas indígenas en Hispanoamérica reconocidas antiguamente por los españoles como tales; como lo son las lenguas de las comunidades autónomas en España; (como todas las lenguas del país son co-oficiales en Bolivia y todo niño tiene derecho a ser educado en su lengua materna; como son el inglés y el holandés co-oficiales en UNASUR como respetuoso gesto hacia las patrias chicas de Guyana y Surinam); y EEUU, en lugar de estar enfrentado con los demás países de América, armonizaría con ellos. ¿Por qué, si es un país americano cosmopolita, ''crisol de razas'' (y no una colonia de Occidente), EEUU avasalla, o desprecia, o mira como extranjero, lo que en siglos de historia ha producido América? 

Pero el mestizaje es una experiencia que no puede fingirse ni manipularse; tiene que darse. Es una experiencia llena de muchas otras experiencias. Tiene que ver con la capacidad de maravillarse y hasta deslumbrarse junto con el otro, junto al cual se quiere caminar como un solo pueblo.

La posibilidad de ser un pueblo libre, depende de la capacidad de verse -no solo mirarse- en un espejo diferente del de Narciso, menos halagüeño, más perturbador, un espejo que hace muchas preguntas difíciles, incómodas, sobre quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos.


La autora de esta bitácora cuando tenía 15 años.



El espejo más perturbador que hayamos conocido en América fue el de Moctezuma, por ser el espejo de la otredad en lugar de ser el espejo del sí mismo. Un pescador capturó un ave acuática que tenía en su cabeza un espejo, y por ser una señal prodigiosa, se la llevó al Huey Tlatoani, al gran portavoz y orador de los méxicas. Moctezuma, que entonces desempeñaba dicho cargo, sosteniendo la cabeza del ave por el pico, fue a mirarse en el espejo. Vio todo el cielo, hasta el infinito, pero la imagen del hombre que apareció en el espejo no era la suya: era la de Hernán Cortés. Esta fue la primera vez que Moctezuma vio a Hernán Cortés y a sus hombres. No fue directamente; fue a través de su imagen en el espejo.















''Como en prisión de espejos, dondequiera que miro, veo a Ometéotl, al dios de la Dualidad. Pero ¿dónde está la mentira? ¿Dónde está la verdad? ¡Embriágate, embriágate!''. Antiguo poema náhuatl prehispánico de México.

Como en los poemas del persa Omar Khayyam, aquí la embriaguez que se busca es la que provoca el vino de la sabiduría. ¡Embriágate, embriágate! ¡Plus Ultra! ¡Sapere aude! Es la única forma de luchar contra la angustia existencial.






''Va la galera hacia una Atlántida española en donde el porvenir calla y espera...'' Rubén Darío ''España'', 1898.

Pero todo lo que va dicho es nada más que el principio de la historia, porque todavía no mencionamos los Reinos de Maluco y Trapobana... y tantos otros.

Entre 1521 y 1528, Magallanes, Loaysa y Saavedra exploraron las costas de Chile, Perú y México; archipiélagos como Tuamotu, las islas Marquesas y Carolinas, Hawai, Marshall, Kiribati, Nueva Guinea, Maluco y Fais, en China. En 1565 y 1576, Grijalva y Urdaneta exploraron las costas de Norteamérica, las Islas Marianas y Filipinas y atravesaron el Pacífico al Norte del Ecuador.

(Vea también el artículo ''Los exploradores españoles, mexicanos y peruanos del Pacífico en el siglo XVI'')


Atlas de Vicens Vives, Capítulo ''La era de los descubrimientos''.
El Pacífico, 1520-1565



En América, en Oceanía y en Asia, los ibéricos se encontraron con pueblos que hacía milenios que venían navegando los mares. Eran originarios de la isla de Formosa o Taiwán en el sur de China; desde allí se extendieron hacia el Sur y el Este. Los ibéricos los llamaron ''indios''. Indios de América, de Oceanía y de Asia. Ahora se los conoce como austronesios.

Los austronesios (polinesios, micronesios, filipinos, chinos meridionales, malayos, gran parte de los indios de América Latina y un largo etcétera), se extendieron desde Hawai a Nueva Zelanda y desde Madagascar hasta la isla de Pascua o Rapa Nui, que forma parte, al mismo tiempo, de Chile y de la Polinesia, y era conocida como ''el ombligo del mundo'', cosa que se puede apreciar por su posición, en los mapas del Océano Pacífico. Los austronesios también llegaron a Chile navegando desde las islas Tonga o Tongapu, el ''sagrado sur''.


Mapamundi chino con el Océano Pacífico en el centro del mundo. En el centro de este océano queda la Isla de Pascua, llamada ''el ombligo del mundo''.






Los polinesios debieron llevar la gallina polinesia a América y traer de América a Polinesia la raíz alimenticia cuyo nombre científico es ipomoea batatas, que nosotros conocemos como boniato (voz caribeña), camote (voz náhuatl), batata (voz taína), chaco (voz guaiquerí de Venezuela). Dado que este tubérculo tiene tantos nombres diferentes en América, siempre ha llamado la atención que su nombre antiguo en Ecuador y Polinesia fuera el mismo: kumala o kumara. Ahora la coincidencia se explica al haberse podido datar el boniato mediante radiocarbono en las Islas Cook en el año 1000. Su cultivo se extendió por el Norte hasta Hawai y por el Sur hasta Nueva Zelanda.

En lo que se refiere a las corrientes marinas, usarían la Deriva del Oeste para pasar de Nueva Zelanda a las costas de Chile, adonde llevarían la gallina polinesia para alimento de a bordo; luego tomarían la corriente de Humboldt hasta las costas de Ecuador donde se aprovisionarían de boniatos, tubérculos nutritivos que permiten alimentarse durante un largo viaje; más tarde seguirían la Corriente ecuatorial sur que los llevaría directo a las Islas Tonga. 

Los viajes de los ibéricos intensificaron los contactos de América con los austronesios. La vihuela española les inspiró un instrumento musical, el ukelele, cuyos hermanos son los requintos y charangos hispano-americanos. El ukelele resultó buen compañero del violín, como en esta canción del compositor Kio Teao Atán, de la Isla de Pascua, pero apreciada en toda Polinesia.



Los navegantes españoles de hace siglos eran conscientes de que no eran los primeros en realizar descubrimientos. La ética de la época indicaba que la altura de una hazaña dependía de los héroes o daimones a los que se emulara, no de la propia hazaña. Era la ética de los españoles y era la ética de los indios: Hernán Cortés tenía que emular a Quetzalcóatl, Francisco Pizarro a Viracocha, Pedro de Alvarado a Tonatiuh, Lope de Aguirre a la Ira de Dios, Francisco de Carvajal al Demonio de los Andes, si querían que les fuera bien. Siempre hay otro que llega antes que uno, y hay que demostrar ser mejores que él, capaces de superarlo a él y reconocerlo a él para ser reconocido por los demás.

(Solo a fines del siglo XVII, los ingleses, franceses y holandeses rompieron con esta tradición, introduciendo la doctrina del derecho de apropiación de un territorio por ''el primer descubrimiento'' en lugar del Tratado de Tordesillas, que no consagra la apropiación de un territorio por el primer descubrimiento sino que propone una fórmula jurídica, un estatus de Derecho internacional con la finalidad de resolver los problemas jurídico-políticos y de otros órdenes que les creaba a los europeos la toma de conciencia de que existían pueblos y tierras para ellos desconocidos).

(Vea en esta bitácora ''¿Cuál fue el sentido del Tratado de Tordesillas?'', ''¿Qué consecuencias jurídicas tenía para los españoles un descubrimiento?'' y ''¿Qué era descubrir por 1492?'').

Así, el religioso, conquistador, y poeta, Martín Barco Centenera (1540-1606) atribuyó el descubrimiento del Océano Atlántico a los atlantes y a los indios tupí de América del Sur:

''Y así, a muchos pilotos yo he oído/ que navegando han visto las señales/ y muestras de edificios que han habido/ (cosas son todas estas naturales,/ que bien pueden haber acontecido)/ por donde los Tupís descomunales/ irían fácilmente a aquellas partes,/ buscando para ello maña y artes''. Poema La Argentina, 1602.

''Aquellas partes'' son las islas Canarias, Madeira y Azores, desde las cuales, según su teoría, habían llegado, además, hasta América, desembarcando en Cabo Frío, Brasil, para luego explorar el Río de la Plata, el Estrecho de Magallanes... ¡Todos los descubrimientos españoles y portugueses en el Atlántico habían sido realizado antes por los ''descomunales'' indios tupíes de América del Sur!

En cuanto a las islas Antillas, habían sido descubiertas antes por los cartagineses, Yucatán por los etíopes y Norteamérica por los chinos. Y así por el estilo, según registró Fray Gregorio García en su libro El Origen de los Indios del Nuevo Mundo (1606), basándose en informes que le proporcionaron experimentados navegantes españoles, que se despojaron de sus propios méritos sin demasiadas evidencias, por aquello de que la gloria de un héroe depende de su capacidad para emular a un héroe anterior.

(Mientras tanto, los navegantes ingleses, franceses y holandeses, copiaban los mapas españoles y portugueses y destruían los originales. Mapas españoles y portugueses de los años 1520 donde ya aparecen las islas Malvinas, Australia, las islas de Micronesia y Polinesia, las tierras circumpolares, y detalles tales como las islas de los ríos Uruguay y Paraná, no ya del Río de la Plata).

Pasaron los siglos. Empezó y terminó la Segunda Guerra Mundial. Thor Heyerdhal quiso probar que los Incas habían navegado en balsas, antes que los españoles, desde el puerto de El Callao hasta Tahití en la Polinesia. Tradiciones orales de Polinesia lo confirmaban. Había existido un héroe Tiki que llegó a Polinesia navegando desde Perú. Y en Perú, encontró la siguiente tradición:

''Viracocha es un nombre inca (quichua), y por consiguiente de una época relativamente reciente. El nombre original del Dios-Sol Viracocha, que parece haber sido usado en el Perú en los tiempos antiguos, fue Kon-Tiki e Illa-Tiki, que quiere decir Sol-Tiki o Fuego-Tiki''.

Pero sobre lo que había pasado en Perú, Heyerdhal podía confiar en los datos que surgían de fuentes españolas, como Pedro Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa sobre los viajes de Túpac Yupanqui a Polinesia hacia el año 1465.

''Y para esto hizo una numerosísima cantidad de balsas, en que embarcó más de veinte mil soldados escogidos. Navegó Topa Inga y fue y descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y quijadas de caballo. Hago instancia en esto, porque a los que supieren algo de Indias les parecerá un caso extraño y dificultoso de creer''. Pedro Sarmiento de Gamboa (1530-1592).

¡Túpac Yupanqui había descubierto las islas del Océano Pacífico, saliendo de Perú, antes de que lo hicieran los españoles y peruanos desde el puerto de El Callao! De nuevo los españoles buscando al precursor humano-universal de sus viajes.

Atlantes, tupíes, cartagineses, etíopes, chinos, quechuas. En una palabra, que nos dejaron escrito que fue la humanidad la que descubrió a la humanidad.