América Latina lingüística. Fuente: Wikimedia
Mapa de América española en el año 1800 (arriba) y Tratado Adams-Onís de 1819-1821. Fuente: Wikimedia
Portolana del Nuevo Mundo (1529) Mapa del Cartógrafo Real de la Casa de Contratación de Sevilla, Diego Rivero, donde se ve el Estrecho de Magallanes y las Islas Malvinas, entre otros detalles. En Berni's Blog.
Detalle del mapa anterior por el mismo autor, versión ampliada (1529). Las denomina ''Islas de los patos (pingüinos) y de Sansón'':
Mapa de las Islas Malvinas, del año 1520, tal como fueron mapeadas por el cartógrafo sevillano Andrés de San Martín, de la tripulación de la nave San Antonio, de la expedición de Fernando de Magallanes, cuyo Capitán era Alvaro da Mesquita; nave que, en lugar de doblar el Estrecho, se amotinó contra su Capitán y regresó a Europa. Hallazgo del historiador uruguayo Rolando Laguarda Trías. El color es nuestro con finalidad de diferenciar el archipiélago de Gran Malvina del archipiélago de Isla Soledad. En 1520 fueron llamadas ''Islas Sansón''.
Detalle de un mapa de Ruscelli con las Islas Malvinas o Islas Sansón como eran conocidas en el siglo XVI, Además se ve el Estrecho de Magallanes:
Las Islas Malvinas, en el mapa del cartógrafo español Juan de la Cruz Cano y Olmedilla (1775):
Ilustración del siglo XIX que representa a los gauchos de las Islas Malvinas tomando mate:
Si quitáramos a esos gauchos de la Isla Soledad (East Falkland) y los pusiéramos en el Lejano Oeste (Far West) de E.E.U.U., sería lo mismo. Por donde ha pasado el cowboy , o gaucho, no ha quedado lengua, ni etnia, ni casta, ni nación pura, por grande que sea el olvido histórico. No importa si el gaucho como tipo social en algunos lugares ha desaparecido, como efectivamente viene ocurriendo desde fines del siglo XIX, por evolución social.
Queda indeleble, siempre, la cultura gauchesca, que no es otra cosa que cultura hispana: la del jinete andaluz, (o según Miguel de Unamuno, del heredero más puro del Conquistador español) después de tomar contacto con la realidad americana.
El gaucho no es símbolo nacional, aunque se lo asuma como tal, sino más bien al contrario, el gaucho, vaquero o cowboy fue y es, hombre universal:
Queda indeleble, siempre, la cultura gauchesca, que no es otra cosa que cultura hispana: la del jinete andaluz, (o según Miguel de Unamuno, del heredero más puro del Conquistador español) después de tomar contacto con la realidad americana.
El gaucho no es símbolo nacional, aunque se lo asuma como tal, sino más bien al contrario, el gaucho, vaquero o cowboy fue y es, hombre universal:
''El 'rodeo' dejó un legado español permanente en las zonas ganaderas de los Estados Unidos. Algunos de nuestros términos más familiares: 'bronco', 'lassoo' (lazo), 'rodeo', son palabras prestadas. Otras han sido modificadas pero su origen español puede trazarse fácilmente: 'chaps' son 'chaparejos', los zahones para protegerse contra las matas del chaparral; 'lariat' es 'la reata'; 'buckaroo' es la versión angloamericana de la palabra española 'vaquero' ''. Charles Gibson, España en América (Spain in America, New York, 1966), Ediciones Grijalbo, 1977, pág. 314.
Un tipo humano internacional
2 de abril, Lunes Santo. Segundo día de la Semana Santa, que va del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. En Montevideo, en la Rural del Prado, se están reuniendo los gauchos de América del Sur, los de Uruguay y Argentina, pero también los gaúchos de Río Grande del Sur, en Brasil, maestros de la ''jineteada'' y algún buckaroo norteamericano y huaso chileno, expertos en ''rodeo'', aunque más no sea como espectadores. Los Concursos de Jineteadas de la Rural del Prado se organizan desde 1925. A cien años de la Cruzada Libertadora de abril de 1825. En el contexto del Bicentenario, han proliferado las Fiestas Gauchas.
Quizá llegue algún vaquero paraguayo o centroamericano, ccorilazo' peruano-boliviano, chagra ecuatoriano, llanero colombiano-venezolano, o charro mexicano, dado que el espectáculo es motivo de interés internacional. Y después de todo, ''gaucho'' parece ser un término híbrido, que deriva al mismo tiempo del andaluz ''gacho'' (campesino) y del quechua ''huasu'' (lomo, jinete); literalmente ''campesino-jinete''; o también ''huachu'', literalmente ''huérfano'': en sentido social, ''proletario rural''.
Préstamos del quechua al habla gauchesca también son: chúcaro (salvaje), china (mujer), chacra (huerta), vincha, poncho (prendas de vestir), huacho (joven), conchavar (emplear). Y tal vez un día podríamos encontrar allí, en el Concurso de Jineteadas, a los gauchos o gente de cultura gauchesca de las Malvinas/Falkland o Falkland/Malvinas, hablando de sus arrowshoes (arroyos), gatiaos horses, (caballos gateados), coqueeneecha (cojinillo), y oírlos saludar con un goodbye, chey (hola, che). Ya veremos.
Porque además de Semana Santa es ''Semana criolla'', -que el criollo no es otra cosa que el hombre nacido en América, y además de hombre criollo hay caballo criollo-; y en el marco del Bicentenario y de la Integración, ha pasado a ser ''Semana Criolla Patria Grande''. Ellos celebrarán su propio rito, que también se celebra en enero en Córdoba, Argentina: la ''Doma criolla''. Es un combate mitológico entre el gaucho y el caballo salvaje, potro, pingo o bagual, que intentará lanzarlo por los aires. El gaucho que logre sostenerse por más tiempo es el vencedor. Y la gente mirará conteniendo el aliento, porque no se sabe si es que el gaucho va a domar al pingo o el pingo va a domar al gaucho: la visión que tendrán sus ojos será la de un centauro.
Darwin y el mitológico combate del hombre y la fiera en Falkland Islands
''Por la noche nos cruzamos con un pequeño rebaño [de ganado salvaje, es decir, ''orejano''] -relata Darwin el 16 de marzo de 1834 en las Islas Malvinas-. Uno de mis compañeros, que se llamaba Santiago, separó muy pronto del grupo una vaca gorda, hizo girar las bolas [''boleadoras''] y las disparó con tino, dándole en las patas; pero no se enredaron. Inmediatamente tiró el sombrero en el sitio donde habían quedado las bolas; sin dejar de correr a todo galope preparó el lazo, y, tras una persecución durísima, alcanzó de nuevo a la vaca y la enganchó por los cuernos [...]''.
''Consiguió llevarla a un trozo de terreno llano, adelantándosele siempre que lo embestía, y cuando no quería moverse, mi caballo, que estaba adiestrado para tal faena, galopaba hacia la res por detrás, y con el pecho le daba un violento empujón. Pero aun estando el animal en terreno llano, no parece empresa fácil para un hombre solo matar una res salvaje en el paroxismo del furor, como no sea a balazos [...]''
''Era admirable contemplar la destreza con que el gaucho se movía ágilmente detrás de la bestia, hasta que al fin logró darle el corte fatal en el principal tendón de la pata trasera [''desjarretar''], después de lo que no tardó en clavarle el cuchillo en el comienzo de la médula espinal, cayendo la vaca desplomada, como herida por el rayo''.
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