martes, 15 de octubre de 2013

La ruta de Colón ¿Por qué Colón siempre preguntaba ''dónde hay oro''? ¿Por qué la primera región en ser colonizada no fue Norteamérica?

Estas dos preguntas están relacionadas entre sí. Empecemos por la segunda. ¿Por qué la primera región de América en ser colonizada por los europeos no fue Norteamérica? Desde el punto de vista geográfico era una empresa más práctica y viable. Los viajes se hubieran hecho en menos tiempo y los colonos hubieran tenido la posibilidad de establecerse en tierras de clima templado, ricas en bosques, fauna y ríos.


Por otro lado, la cartología de los primeros años del siglo XVI nos indica que Norteamérica era bastante conocida. El mapa de Walsemüller que es de 1507, no solo nos muestra el perfil de la costa de Norteamérica, sino sus ríos y montes:













El mapa de Juan de la Cosa, que es de 1500, también nos da esa impresión:


Cristóbal Colón y los españoles hubieran podido asentarse allí. Se supone que en 1476 Colón ya había estado en Groenlandia, Terranova y Labrador bajo el nombre de John Scolnus o Johannes Scovis. El nombre de este navegante figura en los mapas del siglo XVI como el hombre que hizo el descubrimiento en el histórico año de 1476. Los autores de mapas antiguos no saben precisarnos la nacionalidad del descubridor, y, mientras unos nos dicen que era noruego, otros lo suponen danés o polaco. El mismo Colón dice que ha navegado esos mares en 1477. Y en 1496-1497 italianos e ingleses exploraron Terranova nuevamente.


Una primera explicación es que al navegar por los mares del Norte se pierde la perspectiva de que se está cambiando de continente. Las tierras están muy próximas entre sí. Quienes llegaron hasta Groenlandia, Terranova o Labrador en el siglo XV o antes, no sabían que estaban descubriendo América desde el punto de vista europeo. En cambio, pensaban que estaban descubriendo tierras europeas al Norte y Occidente; esta región era muy poco conocida incluso para los países nórdicos.

En realidad, ningún navegante del siglo XV, incluyendo a Colón pensaba alcanzar América navegando por el oeste. Por el contrario, buscaban un paso hacia la Indias, que era como llamaban al Lejano Oriente. Y no cualquier región de las Indias, sino el Sudeste asiático. Dentro del Sudeste asiático, Indonesia. Y en Indonesia, las Molucas, cerca de la península de Malaca, que era el nudo del comercio internacional de la época.

Entonces, era obvio que había que navegar por latitudes tropicales.







Este es un mapa de las Molucas de 1519:


A esta región, integrada por la península de Malaca y las islas Molucas, en la Edad Media se la llamaba el Quersoneso Áureo o Quersoneso de Oro. Colón buscaba el Quersoneso Áureo, y entonces es completamente lógico que preguntara dónde hay oro. Se suponía que el dinámico comercio de la zona ponía en circulación una gran cantidad de moneda de oro, cualquiera fuera la modalidad en que se amonedara el oro, como podían ser los lingotes u otros objetos de oro.

Para los griegos, Χερσoνησoς (Quersoneso) era cualquier península o isla que estuviera próxima al continente. Distinguían varios quersonesos en Europa, como el cario, el rodio, el táurico o el helespóntico.

Colón acertó al elegir navegar por aguas tropicales. Para lograrlo optó por la corriente de las Canarias; navegando por el oeste fue a parar a las Bahamas y una vez allí preguntó decenas de veces dónde había oro.

La interpretación más común es que el capitalismo había desembarcado en América y Colón era ambicioso y codicioso. El símbolo de la riqueza era el oro y Colón preguntaba por oro. Pero observemos que Colón no preguntaba dónde hay minas de oro, sino de dónde viene el oro. El 12 de octubre de 1492, Colón desembarcó para informarse, abastecerse, y luego continuar su viaje hasta Asia. No pensaba quedarse en América. Si mapeó las islas y las bautizó con nombres españoles fue para poder reconocerlas al regreso. 

En este mapa de Alberto Cantino de 1502 se pueden ver Groenlandia, Terranova, las Antillas y las costa de América del Sur exploradas por el mismo Colón después de 1492 y por otros navegantes españoles o al servicio de la Corona española.

En las Antillas, Colón recogió indicios de una ruta del oro que atravesaba el Caribe, Centroamérica y América del Sur; por eso sus exploraciones continuaron a lo largo de la costa de América Central. Era la ruta del oro de los chibchas, un pueblo de grandes orfebres del oro.

A su regreso a Europa, el hallazgo planteó problemas jurídicos nuevos; no era posible continuar la empresa sin resolverlos. De esta preocupación nació, no solo el Tratado de Tordesillas sino una extensa serie de normas jurídicas y tratados internacionales concebidos desde el punto de vista europeo pero no contra el Derecho de gentes, que era el Derecho internacional universal reconocido a todos los pueblos del mundo desde la Antigüedad.




La ruta hallada por Colón unía Perú, Centroamérica y las Antillas. Pero incluso entonces, Colón no trató de establecerse definitivamente en América. El quería saber de dónde venía el oro más que dónde hay oro. La ruta del oro desde su punto de vista debería haberlo conducido al Quersoneso Áureo en el Sudeste asiático: el verdadero negocio de la época era el comercio de especias: semillas, hojas, raíces, cortezas que se utilizaban como medicinas, aromatizantes o para conservar los alimentos. El oro no era más que un medio de cambio. Además, se buscaba en la zona tejidos, orfebrería, porcelanas, joyas, perfumes, y todo lo que pudiera ser vendido a buen precio en Europa.

Pero la ruta del oro americano no iba hasta el Quersoneso Áureo, en Asia, sino hasta Colombia, Ecuador y Perú en las costas del Pacífico, luego de cruzar Panamá. Colón confundía América con Asia, y creía que estaba solo a unos pasos del Quersoneso Áureo. Por eso su preocupación era la misma de todos los navegantes que lo sucedieron: encontrar un paso interocéanico, en América Central, a la altura de Nicaragua o Panamá. Los indios de Panamá le señalaron la ruta del actual canal de Panamá, pero Colón la desechó al no hallar un canal natural. (El artificial de nuestros días se construyó recién a partir del siglo XIX).

Colón murió sin encontrar la ruta hacia el Quersoneso Áureo. Si hubiera logrado salir al Océano Pacífico hubiera tenido que atravesarlo para llegar a las Molucas. Pero en 1506 su energía se había agotado: enfermó y murió en ese año.

Las dificultades que encontró Colón en su ruta, el tiempo que insumía cada etapa del proyecto lo convencieron de la necesidad de establecer asentamientos permanentes, con un estatus jurídico específico; objetivo que no logró sin vencer grandes contrariedades y cuyo éxito no llegó a ver.

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