Hispanidad... ¡tendrás tu reino! Pero tu reino no será de este mundo
León Felipe (1884-1968)
Fines del siglo XIX en Cuba, entonces parte de España. Entra un grupo de músicos en un Café. El dependiente toma los pedidos, pero cuando ve que uno de ellos es negro, le dice ''Yo no sirvo a negros, sino a caballeros''. Entonces el aludido responde: ''Pues yo soy Caballero de la Legión de Honor Francesa, y no hay en este salón quien pueda decir lo mismo''.
Y en efecto, luce en la solapa no solo la condecoración francesa, sino que además está en condiciones de exhibir las de los Reyes de España, Portugal, Italia, Austria y del Emperador de Alemania, que le concede los títulos de Caballero de Brindis y Barón de Salas, (además de la ciudadanía alemana y el pasaporte alemán), y lo elige para Profesor de Música de su familia. Habla unos siete idiomas y alterna con los Reyes, Emperadores y Presidentes de su época. Parece salido de un cuento de Las Mil y Una Noches.
Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, ''el Paganini negro'', un genio de la música en la Cuba de fines del siglo XIX |
Y al otro se le van las ganas de no dejar entrar negros en su Café. (Dejemos aparte el hecho de que el café es de origen etíope, es decir, negroafricano).
Había nacido en La Habana en 1852, en la familia de músicos que fundara su abuelo Luis Brindis, sargento primero del Real Cuerpo de Artillería, que se preocupó de que sus descendientes tuvieran una educación sólida, y para ello contó con el apoyo de familias pudientes.
Hijo de Claudio Brindis de Salas, violinista y contrabajista muy popular en los salones de baile habaneros, Claudio José Domingo, daba conciertos de violín desde los 10 años, y a partir de entonces obtuvo una serie de becas para perfeccionarse en Europa.
Como muchos otros talentos de su época, es de lamentar que terminara sus días enfermo y en la mayor pobreza. Su biógrafo fue Alejo Carpentier, en Músicos de Cuba, obra editada en 1945.
El músico posando con su Stradivarius auténtico |
Juan Latino o Juan de Sessa (1518-1596)
Nació en Baena, Córdoba, Andalucía, y falleció en Granada. Era hijo de esclavos negros pertenecientes al cuarto Conde de Cabra (Luis Fernández de Córdoba) y a la segunda Duquesa de Sessa, Doña Elvira.
Fue educado en Granada junto con el hijo de Luis Fernández de Córdoba, donde estudió artes liberales, y asistió a la Cátedra del gramático Pedro de Mota (quien lo llamó ''rara avis'' por su talento), destacándose en lenguas clásicas y en música, ya que cantaba y tocaba varios instrumentos. El 4 de febrero de 1546, con 28 años, recibió el Grado de Bachiller de la Universidad de Granada, fundada en 1526, en un acto al que concurrieron las principales autoridades de Granada y de la Universidad.
Después de ser manumitido, se le asignó en Granada la Cátedra de Gramática y Lengua Latina de la Catedral, cargo que ocupó durante 20 años.
En la casa del Licenciado Carleval, conoció a su hija, Ana Carleval, famosa por su belleza, a quien dictó clases de gramática y música, hasta que ambos se enamoraron y ella, prometida a Don Fernando de Valor (cuyo nombre musulmán era Abén Humeya, porque pertenecía a la nobleza morisca), terminó casándose con Juan Latino, hacia 1547-1548, hecho que fue inmortalizado por el dramaturgo Diego Ximénez del Enciso en ''Juan Latino''.
El 30 de junio de 1549 nació su primera hija, Juana; el 4 de abril de 1552, su segundo hijo, Bernardino; el 22 de julio de 1556, su segunda hija, Ana; y el 5 de marzo de 1559, su segundo hijo, Juan.
El 8 de agosto de 1556, pasó a ocupar la Cátedra de Gramática que antes había ejercido Pedro Mota, fallecido ese años, y de quien había sido discípulo, no sin tener que dar lucha, claro está, contra sus envidiosos competidores. Pero su candidatura fue defendida por el Arzobispo Pedro Guerrero. El 31 de noviembre de ese mismo año ganó la Licenciatura y comenzó a concurrir a los Claustros universitarios, así como a la tertulia de la Casa de Don Alonso de Granada y Venegas.
En Granada se encontraban por aquella época Juan Boscán, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, y Juan Rufo Gutiérrez, con quien confundían a Juan Latino, porque los dos habían compuesto una Austríada, y por habérsele encargado a Juan Latino escribir un poema épico para celebrar la hazaña de Lepanto.
También por entonces nacía en España, Francisco de Quevedo, quien más tarde escribiría ''Defensa de los esclavos negros''. En esta obra uno de los personajes dice: ''De nuestra tinta han florecido en todas las edades varones admirables en armas y letras, virtudes y santidad''.
Hoy se recuerda a Juan Latino como un humanista del Renacimiento. Fue su discípulo y asistente (cuando perdió la vista), Melchor Navarro, y ocupan sus obras tres volúmenes, escritos entre 1573 y 1585.
Vea también, ''El día que los 'negros' de Malí descubrieron América o cómo se formó el espacio afro-ibérico''
Vea también, ''El día que los 'negros' de Malí descubrieron América o cómo se formó el espacio afro-ibérico''
No hay comentarios:
Publicar un comentario