La XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno se llevará a cabo en la ciudad de Panamá, Panamá, los próximos 18 y 19 de octubre del 2013 bajo el lema “El papel político, económico, social y cultural de la Comunidad Iberoamericana en el nuevo contexto mundial”.
CALENDARIO:
Calendario General de Actividades de la Conferencia Iberoamericana 2013
Calendario de eventos 2013
PÁGINA WEB DE LA CUMBRE. GOBIERNO DE PANAMÁ: http://cumbreiberoamericanapanama.pa/
DOCUMENTOS:
Declaraciones, conclusiones y otros documentos de la XXIII Conferencia Iberoamericana y de otras reuniones iberoamericanas 2013 (ESP)
Una reflexión sobre el futuro de las Cumbres Iberoamericanas (ESP)
Para ver esta información en su fuente original: http://segib.org/es/node/8417
Las Cumbres Iberoamericanas como una gran oportunidad
La Comunidad Iberoamericana es y está llamada a ser uno de los actores culturales y económicos más importantes del siglo XXI. Un solo dato lo confirma: si sumamos el PBI de los tres países más ricos de la Comunidad (Brasil, España y México), el resultado equivale a un tercio del PBI de los Estados Unidos (el PBI más grande del planeta), según datos del FMI, actualizados a abril de 2012.
El potencial económico y geopolítico de la Comunidad Iberoamericana
El PBI total del CELAC (7 billones de dólares) supera al de Japón, que con 6 billones de dólares ocupa el 3º lugar en el ranking económico internacional. Si el PBI del bloque latinoamericano pudiera coordinarse con el de España, Portugal y Andorra, -por ejemplo a través del trabajo conjunto de las empresas en un marco de integración económica-, superaría al de China, que es de 8 billones, un 50% del PBI de Estados Unidos. Datos del economista Enrique Iglesias, que coinciden con los cálculos de PBI del Banco Mundial para 2010, indican que ya en esa fecha, solo el PBI de Iberoamérica, unos 6,4 billones de dólares, superaba al de China, de 5,8 billones. Una Comunidad Iberoamericana bien organizada competiría con E.E.U.U., China, y la Unión Europea, por los primeros puestos.
El espacio geográfico ibérico e iberoamericano, donde se encuentran grandes reservas mundiales de agua y petróleo, (reservas calculadas para 200 y/o 500 años) cubre unos 20,6 millones de kilómetros cuadrados, que se convierten en 22,2 si incluimos a los países latinoamericanos en unas Américas que tienen 42,6 millones de km2. En un escenario así no tiene sentido que haya pobreza en América ni paro en España.
Todavía más interesante es el potencial demográfico: la Comunidad Iberoamericana es la Patria Grande de 650 millones de personas (considerando solo países miembros), mientras que todas las Américas son el hogar de 930,5 millones, y la Unión Europea reúne un poco más de 500 millones de personas. Si se pudieran integrar los mercados, cualquier empresa de escala tendría aseguradas sus ventas entre esos 650 millones. Esta cifra equivale a una población que es la mitad de China, y sin embargo supera a la potencia asiática en PBI. Pero a diferencia de Europa, Asia y África, la densidad demográfica en América es baja, lo cual significa que hay lugar para muchos más.
La Comunidad Iberoamericana como espacio histórico, cultural e institucional
Los Jefes de Estado y de Gobierno de los 21 países que entre el 18 y el 19 de julio de 1991 se reunieron en Guadalajara, se reconocieron como miembros de una Comunidad histórico-cultural a través de la Declaración del 19 de julio de ese año:
''Representamos un vasto conjunto de naciones que comparten raíces y el rico patrimonio de una cultura fundada en la suma de los pueblos, credos y sangres diversos. A quinientos años de distancia de nuestro primer encuentro, y como uno de los grandes espacios que configuran el mundo de nuestros días, estamos decididos a proyectar hacia el tercer milenio la fuerza de nuestra comunidad''.
En aquella histórica fecha, estos países tomaron la decisión de darle a dicha Comunidad histórico-cultural una organización institucional supranacional. Dice la Declaración de Guadalajara:
''Con especial beneplácito nos hemos congregado, por primera vez en la historia, para examinar en forma conjunta los grandes retos que confrontan nuestros países en un mundo en transformación. Nos proponemos, por ello, concertar la voluntad política de nuestros gobiernos para propiciar las soluciones que esos desafíos reclaman y convertir el conjunto de afinidades históricas y culturales que nos enlazan en un instrumento de unidad y desarrollo, basado en el diálogo, la cooperación, y la solidaridad''.
Nunca más vigente este párrafo que ahora, en tiempos de crisis, desafíos, contrariedades, y también, por qué no, grandes oportunidades, para todo lo cual se necesita la mejor voluntad política de nuestros Jefes de Estado y de Gobierno.
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