Carrer de la Força, en la Judería de Gerona, Cataluña. Fuente: Wikimedia. |
Origen del interés de los judíos por España y del nombre Sefarad.
Esta semana la comunidad judía de Iberoamérica, nuestros compatriotas, celebran el Pésaj o Pascua judía. Hoy y mañana tiene lugar la ceremonia del Séder, donde se relata la salida de Egipto.
Como veíamos en una nota anterior, el reinado de Salomón fue una época de esplendor para la civilización israelita, entre los años 970 y 930 a.C. La Biblia sugiere que bajo su reinado se desarrolló una talasocracia fenicio-israelita, -en alianza con el Rey Hiram de Tiro, con quien Salomón construyó una flota en el Mar Rojo-, cuya influencia llegaría hasta la Península ibérica, superponiéndose con la del Reino ibérico de Tartessos. Según el Antiguo Testamento:
''Hiram, Rey de Tiro, envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por Rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David.
2 Entonces Salomón envió a decir a Hiram:
3 Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
4 Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.
5 Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.
6 Manda, pues, ahora, que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios.
7 Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David sobre este pueblo tan grande.
8 Y envió Hiram a decir a Salomón: He oído lo que me mandaste a decir; yo haré todo lo que te plazca acerca de la madera de cedro y la madera de ciprés.
9 Mis siervos la llevarán desde el Líbano al mar, y la enviaré en balsas por mar hasta el lugar que tú me señales, y allí se desatará, y tú la tomarás; y tú cumplirás mi deseo al dar de comer a mi familia.
10 Dio, pues, Hiram a Salomón madera de cedro y madera de ciprés, toda la que quiso.
11 Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite puro; esto daba Salomón a Hiram cada año.
12 Jehová, pues, dio a Salomón sabiduría como le había dicho; y hubo paz entre Hiram y Salomón, e hicieron pacto entre ambos.
13 Y el rey Salomón decretó leva en todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres,
14 los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba encargado de aquella leva.
15 Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte;
16 sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían a cargo el pueblo que hacía la obra.
17 Y mandó el rey que trajesen piedras grandes, piedras costosas, para los cimientos de la casa, y piedras labradas.
18 Y los albañiles de Salomón y los de Hiram, y los hombres de Gebal, cortaron y prepararon la madera y la cantería para labrar la casa''. (1)
Los fenicios proporcionaron madera de cedro y de ciprés del Líbano para la construcción del Templo de Salomón, mientras Israel, a cambio, los abastecía de trigo y aceite.
A medida que las ganancias aumentaban y las técnicas mejoraban, se pudieron construir naves de mayor capacidad, -de hasta 30 metros de eslora- en cuya fabricación se utilizaba la referida madera del Líbano. Estas naves, que al principio se limitaron a explorar el Mar Rojo y las islas del Mediterráneo Oriental, terminaron por llegar a Cerdeña y las Islas Baleares. En Ibiza o Ebussus, en particular, parece que desde tiempos remotos, y hasta el siglo XV, vivió una nutrida comunidad israelita.
Se cree que los fenicio-israelitas pudieron llamar Tarsis a las factorías o barrios que ocupaban en Tartessos, de manera que ''las naves de Tarsis'' eran capaces de ir hasta la Península ibérica y regresar luego a Fenicia, cubriendo unos 4.000 km. Mucho antes del reinado de Salomón, los fenicios ya habían fundado Gadir, la actual Cádiz, en el año 1100 a.C.
Al fallecer Salomón, su Reino se dividió en otros dos: Israel al Norte, bajo el cetro de Jeroboam, que gobernó a 10 Tribus de Israel durante 22 años, mientras en el Sur, o Reino de Judá, Roboam reinó solo sobre dos Tribus: Judá y Benjamín. De estas dos Tribus proceden los judíos, o gente de Judá y Benjamín, de la tierra de Judá. Roboam fue sucedido por Abías (915-913), Asa (913-873), Josafat (873-849), y luego por Joram (849-843) y Ocozías (843-841), formándose así la dinastía de Judá.
Al Sur de Judá existía desde época de Salomón un Reino semita que los israelitas llamaban Edom. Se suponía que eran descendientes de Esaú, hermano de Jacob, un pueblo árabe abrahamita emparentado con los hebreos. Eran expertos trabajando el cobre y su ciudad más importante era Petra o Sela.
El nombre Sefarad, de donde proviene sefardita, la rama ibérica del pueblo judío, aparece por primera vez en un texto del siglo IX a.C., de la autoría del Profeta Abdías. En este texto Abdías dice que tuvo una visión según la cual, en un futuro lejano, el mundo no será de los edomitas, sino de los israelitas. En el presente de Abdías, esta profecía solo nos estaría describiendo un conflicto entre pueblos emparentados y vecinos; pero en un futuro distante, nos estaría indicando el futuro de cada rama de los israelitas. Dentro de la familia israelita Abdías distingue numerosas ramas presentes y futuras:
''Visión de Abdías
''Así dice el Señor DIOS acerca de Edom: Hemos oído un mensaje del SEÑOR, y un mensajero ha sido enviado a las naciones, diciendo [...]
Restauración de Israel
15 Porque se acerca el día del SEÑOR sobre todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho; tus acciones recaerán sobre tu cabeza.
16 Como vosotros bebisteis en mi santo monte, así beberán continuamente todas las naciones. Beberán y tragarán, y serán como si no hubieran sido.
17 Pero en el monte Sion quedará un remanente, y será lugar santo, y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones.
18 Entonces la casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, y rastrojo la casa de Esaú. Los quemarán y los consumirán, y no quedará sobreviviente alguno de la casa de Esaú -porque el SEÑOR ha hablado.
19 Entonces los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela la llanura de los filisteos; poseerán también el territorio de Efraín y el territorio de Samaria, y Benjamín poseerá Galaad.
20 Y los desterrados de este ejército de los hijos de Israel que están entre los cananeos hasta Sarepta, y los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad, poseerán las ciudades del Neguev.
21 Y subirán libertadores al monte Sion para juzgar al monte de Esaú, y el reino será del SEÑOR''. (2)
Estos ''desterrados de Sefarad'' podrían ser los israelitas establecidos en la Península ibérica en tiempos de Salomón. Pero el tiempo al que se refiere la profecía es cíclico; serían por lo tanto, los israelitas de la Península ibérica en cualquier tiempo y momento.
Sefaradíes, sefaraditas, sefardíes o sefarditas, es el nombre con el cual, con motivo de la Diáspora, y luego de recorrer el Mediterráneo y asentarse a veces en diversos países europeos y africanos que se hallan a orillas de ese mar, se establecieron en su extremo final, esto es, en la Península ibérica. Llamaron Sefarad a su nueva patria, hicieron sinónimo de este nombre a la antigua Hispania, y se consideraron, desde entonces, y para siempre, judeo-españoles, o mejor, españoles-judíos, así como también hay y hubo, históricamente, españoles-canarios, españoles-americanos, criollos o indianos, españoles-africanos y españoles-asiáticos.
Como Sefarad en la Biblia es el nombre de tribus semitas anteriores a su establecimiento en la Península ibérica, y también un nombre geográfico, cabe deducir que fueron ellos los que llevaron la denominación consigo, y la aplicaron a España antes de que esta asumiera una identidad como nación. De la misma manera, llevaron con ellos a todas partes la lengua castellana cuando todavía estaba en formación.
Se ha discutido el origen de este nombre. Para algunos, la Biblia se refiere a la Safarda asiática (suroeste de Media, en el actual Kurdistán), conquistada por Sargón. De allí habrían salido, -es decir, luego de la primera Diáspora o Cautiverio Babilónico, entre el 607 y 537 a. C.-, los judíos -gente de Judá-, que más tarde, cuando la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 d. C. se habrían dirigido a España y Portugal. Sargón, en el siglo VI a. C., habría exiliado a los israelitas en Safarda. El pasaje que hace posible esta interpretación es el siguiente:
''En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos''. (3)
Para el sabio judío Jonatán Ben Uziel, -que fue el primero en traducir Sefarad por España, en los siglos I -II d.C.- se trataría de una expresión de la Peshitta, la versión siria más antigua de la Biblia, que también se remonta a los primeros siglos de la era cristiana. La interpretación de Uziel nos conduciría a la idea de que la presencia judía en España data de los tiempos de Nabucodonosor (605-562 a.C.).
Los españoles Laredo y González Maeso opinan que se trata de los países occidentales colonizados por los fenicios. (4)
Yáñez Avilés, en sus comentarios de la Biblia, publicados en 1733, dice que se trata de la traducción al hebreo de la expresión latina ''finis terrae'', que era como la Antigüedad Clásica llamó generalmente a la Península ibérica.
Según todo esto, el nombre ''sefardita'' se habría originado incluso antes que el gentilicio ''judío''. Existen otras tradiciones judías que confirman esta hipótesis. Por ejemplo, existió en España una versión de que tras la destrucción del Primer Templo muchos judíos se instalaron en Sevilla -es decir, entre los siglos VII y VI a. C.-, entre ellos, los fundadores de la familia Abrabanel, a la que pertenecía Isaac Abrabanel. En las viejas crónicas ibéricas de la Edad Media, se encuentra la repercusión de estas tradiciones; así, la crónica de Rasis, nos dice que un Rey de Sevilla, Couban o Isban, estuvo con Nabucodonosor en el sitio de Jerusalén; que el mismo Rey babilónico estuvo en España, y que por entonces llegaron las joyas del Templo de Jerusalén y la Mesa de Salomón. (5)
El periodo que va del siglo XII a. C. al VI a. C., coincide con la colonización fenicia y griega del Mediterráneo, que provocó una gran demanda de trigo y aceite. En el siglo VIII, el Profeta Isaías, y en el VI, el Profeta Ezequiel, describieron la extensión de la influencia fenicia y el comercio fenicio con la Península ibérica, con Judá, con Israel, y otros lugares del Mediterráneo. Mencionan a Tarsis, que los anticuarios del siglo XVII, como Samuel Bochart ya identificaban con España (6):
''Tarsis [...] ¿Es ésta su ciudad divertida
Cuyos días se remontan a la antigüedad,
Cuyos pies la llevaban a establecerse en lugares distantes?'' (7).
''Oh, Tiro [...] 4 En el corazón de los mares están tus fronteras [...]
''12 Tarsis era tu cliente por la abundancia de toda riqueza; con plata, hierro, estaño y plomo pagaban tus mercancías. 13 Javán, Tubal y Mesec comerciaban contigo; con hombres y con utensilios de bronce pagaban tus productos. 14 Los de Bet Togarmá daban caballos y corceles de guerra y mulos por tus mercancías. 15 Los hijos de Dedán comerciaban contigo. Muchas costas eran clientes tuyas; colmillos de marfil y madera de ébano te traían como pago. 16 Aram era tu cliente por la abundancia de tus productos; pagaban tus mercancías con turquesas, púrpura, bordados, lino fino, corales y rubíes.
''17 Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigo de Minit, tortas, miel, aceite y bálsamo pagaban tus productos. 18 Damasco era tu cliente por la abundancia de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, por el vino de Helbón y la lana blanca. 19 Vedán y Javán pagaban tus mercancías desde Uzal; hierro forjado, casia y caña dulce estaban entre tus productos. 20 Dedán comerciaba contigo en mantas para cabalgaduras''. (8).
Tarsis, en la Biblia, es el nombre del segundo hijo de Javán, y Tiras, es el séptimo hijo de Japhet. El hecho de que en el texto se diga que Tarsis producía metales, ha hecho que también los arqueólogos modernos la identifiquen con Tartessos, en la Península ibérica.
Algunas tradiciones judías antiguas colocaban el Paraíso en la ciudad de Málaga, fundada por los fenicios en el lugar que antes hubo un poblado ibérico. Baltasar Porcel transcribe palabras de Mossén Antoni Pons, erudito catalán del Renacimiento que se habría referido judíos afincados en Mallorca en el siglo XII d.C., entre ellos Juan Binelis, para quien los judíos serían los primeros pobladores de la isla mencionada, en su condición de descendientes de la tribu de Tubal. (9)
Algunas tradiciones atribuyen a los judíos la fundación de Toledo, cuyo nombre derivaría de una palabra hebrea que significaría ''ciudad madre de ciudades'', y habría sido edificada por los descendientes de Tubal, llegados allí huyendo del Diluvio, por ser el lugar más alejado del centro del mundo. (10)
Tradiciones que, si bien son de difícil verificación, muestran a las claras la antigüedad de la cultura judía en España y su capacidad de síntesis con las culturas locales.
NOTAS
(1) 1 Reyes 5; 2 Cr. 2.1-18.
(2) Abdías 1, 1 y 15-21.
(3) 2 Reyes, 17, 6.
(4) LINDSAY, A. D. (Rector del Colegio de Oxford), en la Introducción a la recopilación ''El legado de Israel'', Buenos Aires, Sociedad Hebraica Argentina, 1938, pág. 10.
(5) GARCÍA IGLESIAS, L. Los judíos en la España antigua, pág. 37, versión electrónica digital:
http://books.google.com.uy/books?id=uFR25XsaAXgC&pg=PA36&lpg=PA36&dq=jonat%C3%A1n+ben+uziel&source=bl&ots=haZq3wABUs&sig=eztT3ss0rjNHALuQHsTIJ_Kft30&hl=es&sa=X&ei=CkhMU4zDNObf0QH7q4GYCw&ved=0CEoQ6AEwAzgK#v=onepage&q=jonat%C3%A1n%20ben%20uziel&f=false
(6) BOCHART, Samuel, Geographia Sacra seu Phaleg et Canaan, Caen, 1646.
(7) Isaías, 23, 7.
(8) Ezequiel, 27, 4 y 12-17.
(9) RADIO TELEVISIÓN ESPAÑOLA, Por las rutas del vino, 1996.
(10) RADIO TELEVISIÓN ITALIANA, Toledo, 8 de marzo de 1996.
Como veíamos en una nota anterior, el reinado de Salomón fue una época de esplendor para la civilización israelita, entre los años 970 y 930 a.C. La Biblia sugiere que bajo su reinado se desarrolló una talasocracia fenicio-israelita, -en alianza con el Rey Hiram de Tiro, con quien Salomón construyó una flota en el Mar Rojo-, cuya influencia llegaría hasta la Península ibérica, superponiéndose con la del Reino ibérico de Tartessos. Según el Antiguo Testamento:
''Hiram, Rey de Tiro, envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por Rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David.
2 Entonces Salomón envió a decir a Hiram:
3 Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
4 Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.
5 Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.
6 Manda, pues, ahora, que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios.
7 Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David sobre este pueblo tan grande.
8 Y envió Hiram a decir a Salomón: He oído lo que me mandaste a decir; yo haré todo lo que te plazca acerca de la madera de cedro y la madera de ciprés.
9 Mis siervos la llevarán desde el Líbano al mar, y la enviaré en balsas por mar hasta el lugar que tú me señales, y allí se desatará, y tú la tomarás; y tú cumplirás mi deseo al dar de comer a mi familia.
10 Dio, pues, Hiram a Salomón madera de cedro y madera de ciprés, toda la que quiso.
11 Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite puro; esto daba Salomón a Hiram cada año.
12 Jehová, pues, dio a Salomón sabiduría como le había dicho; y hubo paz entre Hiram y Salomón, e hicieron pacto entre ambos.
13 Y el rey Salomón decretó leva en todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres,
14 los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba encargado de aquella leva.
15 Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte;
16 sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían a cargo el pueblo que hacía la obra.
17 Y mandó el rey que trajesen piedras grandes, piedras costosas, para los cimientos de la casa, y piedras labradas.
18 Y los albañiles de Salomón y los de Hiram, y los hombres de Gebal, cortaron y prepararon la madera y la cantería para labrar la casa''. (1)
Los fenicios proporcionaron madera de cedro y de ciprés del Líbano para la construcción del Templo de Salomón, mientras Israel, a cambio, los abastecía de trigo y aceite.
A medida que las ganancias aumentaban y las técnicas mejoraban, se pudieron construir naves de mayor capacidad, -de hasta 30 metros de eslora- en cuya fabricación se utilizaba la referida madera del Líbano. Estas naves, que al principio se limitaron a explorar el Mar Rojo y las islas del Mediterráneo Oriental, terminaron por llegar a Cerdeña y las Islas Baleares. En Ibiza o Ebussus, en particular, parece que desde tiempos remotos, y hasta el siglo XV, vivió una nutrida comunidad israelita.
Se cree que los fenicio-israelitas pudieron llamar Tarsis a las factorías o barrios que ocupaban en Tartessos, de manera que ''las naves de Tarsis'' eran capaces de ir hasta la Península ibérica y regresar luego a Fenicia, cubriendo unos 4.000 km. Mucho antes del reinado de Salomón, los fenicios ya habían fundado Gadir, la actual Cádiz, en el año 1100 a.C.
Al fallecer Salomón, su Reino se dividió en otros dos: Israel al Norte, bajo el cetro de Jeroboam, que gobernó a 10 Tribus de Israel durante 22 años, mientras en el Sur, o Reino de Judá, Roboam reinó solo sobre dos Tribus: Judá y Benjamín. De estas dos Tribus proceden los judíos, o gente de Judá y Benjamín, de la tierra de Judá. Roboam fue sucedido por Abías (915-913), Asa (913-873), Josafat (873-849), y luego por Joram (849-843) y Ocozías (843-841), formándose así la dinastía de Judá.
Al Sur de Judá existía desde época de Salomón un Reino semita que los israelitas llamaban Edom. Se suponía que eran descendientes de Esaú, hermano de Jacob, un pueblo árabe abrahamita emparentado con los hebreos. Eran expertos trabajando el cobre y su ciudad más importante era Petra o Sela.
El nombre Sefarad, de donde proviene sefardita, la rama ibérica del pueblo judío, aparece por primera vez en un texto del siglo IX a.C., de la autoría del Profeta Abdías. En este texto Abdías dice que tuvo una visión según la cual, en un futuro lejano, el mundo no será de los edomitas, sino de los israelitas. En el presente de Abdías, esta profecía solo nos estaría describiendo un conflicto entre pueblos emparentados y vecinos; pero en un futuro distante, nos estaría indicando el futuro de cada rama de los israelitas. Dentro de la familia israelita Abdías distingue numerosas ramas presentes y futuras:
''Visión de Abdías
''Así dice el Señor DIOS acerca de Edom: Hemos oído un mensaje del SEÑOR, y un mensajero ha sido enviado a las naciones, diciendo [...]
Restauración de Israel
15 Porque se acerca el día del SEÑOR sobre todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho; tus acciones recaerán sobre tu cabeza.
16 Como vosotros bebisteis en mi santo monte, así beberán continuamente todas las naciones. Beberán y tragarán, y serán como si no hubieran sido.
17 Pero en el monte Sion quedará un remanente, y será lugar santo, y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones.
18 Entonces la casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, y rastrojo la casa de Esaú. Los quemarán y los consumirán, y no quedará sobreviviente alguno de la casa de Esaú -porque el SEÑOR ha hablado.
19 Entonces los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela la llanura de los filisteos; poseerán también el territorio de Efraín y el territorio de Samaria, y Benjamín poseerá Galaad.
20 Y los desterrados de este ejército de los hijos de Israel que están entre los cananeos hasta Sarepta, y los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad, poseerán las ciudades del Neguev.
21 Y subirán libertadores al monte Sion para juzgar al monte de Esaú, y el reino será del SEÑOR''. (2)
Estos ''desterrados de Sefarad'' podrían ser los israelitas establecidos en la Península ibérica en tiempos de Salomón. Pero el tiempo al que se refiere la profecía es cíclico; serían por lo tanto, los israelitas de la Península ibérica en cualquier tiempo y momento.
Sefaradíes, sefaraditas, sefardíes o sefarditas, es el nombre con el cual, con motivo de la Diáspora, y luego de recorrer el Mediterráneo y asentarse a veces en diversos países europeos y africanos que se hallan a orillas de ese mar, se establecieron en su extremo final, esto es, en la Península ibérica. Llamaron Sefarad a su nueva patria, hicieron sinónimo de este nombre a la antigua Hispania, y se consideraron, desde entonces, y para siempre, judeo-españoles, o mejor, españoles-judíos, así como también hay y hubo, históricamente, españoles-canarios, españoles-americanos, criollos o indianos, españoles-africanos y españoles-asiáticos.
Como Sefarad en la Biblia es el nombre de tribus semitas anteriores a su establecimiento en la Península ibérica, y también un nombre geográfico, cabe deducir que fueron ellos los que llevaron la denominación consigo, y la aplicaron a España antes de que esta asumiera una identidad como nación. De la misma manera, llevaron con ellos a todas partes la lengua castellana cuando todavía estaba en formación.
Créditos: Fundación Camino de la Lengua Castellana. |
Se ha discutido el origen de este nombre. Para algunos, la Biblia se refiere a la Safarda asiática (suroeste de Media, en el actual Kurdistán), conquistada por Sargón. De allí habrían salido, -es decir, luego de la primera Diáspora o Cautiverio Babilónico, entre el 607 y 537 a. C.-, los judíos -gente de Judá-, que más tarde, cuando la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 d. C. se habrían dirigido a España y Portugal. Sargón, en el siglo VI a. C., habría exiliado a los israelitas en Safarda. El pasaje que hace posible esta interpretación es el siguiente:
''En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos''. (3)
Para el sabio judío Jonatán Ben Uziel, -que fue el primero en traducir Sefarad por España, en los siglos I -II d.C.- se trataría de una expresión de la Peshitta, la versión siria más antigua de la Biblia, que también se remonta a los primeros siglos de la era cristiana. La interpretación de Uziel nos conduciría a la idea de que la presencia judía en España data de los tiempos de Nabucodonosor (605-562 a.C.).
Los españoles Laredo y González Maeso opinan que se trata de los países occidentales colonizados por los fenicios. (4)
Yáñez Avilés, en sus comentarios de la Biblia, publicados en 1733, dice que se trata de la traducción al hebreo de la expresión latina ''finis terrae'', que era como la Antigüedad Clásica llamó generalmente a la Península ibérica.
Según todo esto, el nombre ''sefardita'' se habría originado incluso antes que el gentilicio ''judío''. Existen otras tradiciones judías que confirman esta hipótesis. Por ejemplo, existió en España una versión de que tras la destrucción del Primer Templo muchos judíos se instalaron en Sevilla -es decir, entre los siglos VII y VI a. C.-, entre ellos, los fundadores de la familia Abrabanel, a la que pertenecía Isaac Abrabanel. En las viejas crónicas ibéricas de la Edad Media, se encuentra la repercusión de estas tradiciones; así, la crónica de Rasis, nos dice que un Rey de Sevilla, Couban o Isban, estuvo con Nabucodonosor en el sitio de Jerusalén; que el mismo Rey babilónico estuvo en España, y que por entonces llegaron las joyas del Templo de Jerusalén y la Mesa de Salomón. (5)
El periodo que va del siglo XII a. C. al VI a. C., coincide con la colonización fenicia y griega del Mediterráneo, que provocó una gran demanda de trigo y aceite. En el siglo VIII, el Profeta Isaías, y en el VI, el Profeta Ezequiel, describieron la extensión de la influencia fenicia y el comercio fenicio con la Península ibérica, con Judá, con Israel, y otros lugares del Mediterráneo. Mencionan a Tarsis, que los anticuarios del siglo XVII, como Samuel Bochart ya identificaban con España (6):
''Tarsis [...] ¿Es ésta su ciudad divertida
Cuyos días se remontan a la antigüedad,
Cuyos pies la llevaban a establecerse en lugares distantes?'' (7).
''Oh, Tiro [...] 4 En el corazón de los mares están tus fronteras [...]
''12 Tarsis era tu cliente por la abundancia de toda riqueza; con plata, hierro, estaño y plomo pagaban tus mercancías. 13 Javán, Tubal y Mesec comerciaban contigo; con hombres y con utensilios de bronce pagaban tus productos. 14 Los de Bet Togarmá daban caballos y corceles de guerra y mulos por tus mercancías. 15 Los hijos de Dedán comerciaban contigo. Muchas costas eran clientes tuyas; colmillos de marfil y madera de ébano te traían como pago. 16 Aram era tu cliente por la abundancia de tus productos; pagaban tus mercancías con turquesas, púrpura, bordados, lino fino, corales y rubíes.
''17 Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigo de Minit, tortas, miel, aceite y bálsamo pagaban tus productos. 18 Damasco era tu cliente por la abundancia de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, por el vino de Helbón y la lana blanca. 19 Vedán y Javán pagaban tus mercancías desde Uzal; hierro forjado, casia y caña dulce estaban entre tus productos. 20 Dedán comerciaba contigo en mantas para cabalgaduras''. (8).
Tarsis, en la Biblia, es el nombre del segundo hijo de Javán, y Tiras, es el séptimo hijo de Japhet. El hecho de que en el texto se diga que Tarsis producía metales, ha hecho que también los arqueólogos modernos la identifiquen con Tartessos, en la Península ibérica.
Algunas tradiciones judías antiguas colocaban el Paraíso en la ciudad de Málaga, fundada por los fenicios en el lugar que antes hubo un poblado ibérico. Baltasar Porcel transcribe palabras de Mossén Antoni Pons, erudito catalán del Renacimiento que se habría referido judíos afincados en Mallorca en el siglo XII d.C., entre ellos Juan Binelis, para quien los judíos serían los primeros pobladores de la isla mencionada, en su condición de descendientes de la tribu de Tubal. (9)
Algunas tradiciones atribuyen a los judíos la fundación de Toledo, cuyo nombre derivaría de una palabra hebrea que significaría ''ciudad madre de ciudades'', y habría sido edificada por los descendientes de Tubal, llegados allí huyendo del Diluvio, por ser el lugar más alejado del centro del mundo. (10)
Tradiciones que, si bien son de difícil verificación, muestran a las claras la antigüedad de la cultura judía en España y su capacidad de síntesis con las culturas locales.
NOTAS
(1) 1 Reyes 5; 2 Cr. 2.1-18.
(2) Abdías 1, 1 y 15-21.
(3) 2 Reyes, 17, 6.
(4) LINDSAY, A. D. (Rector del Colegio de Oxford), en la Introducción a la recopilación ''El legado de Israel'', Buenos Aires, Sociedad Hebraica Argentina, 1938, pág. 10.
(5) GARCÍA IGLESIAS, L. Los judíos en la España antigua, pág. 37, versión electrónica digital:
http://books.google.com.uy/books?id=uFR25XsaAXgC&pg=PA36&lpg=PA36&dq=jonat%C3%A1n+ben+uziel&source=bl&ots=haZq3wABUs&sig=eztT3ss0rjNHALuQHsTIJ_Kft30&hl=es&sa=X&ei=CkhMU4zDNObf0QH7q4GYCw&ved=0CEoQ6AEwAzgK#v=onepage&q=jonat%C3%A1n%20ben%20uziel&f=false
(6) BOCHART, Samuel, Geographia Sacra seu Phaleg et Canaan, Caen, 1646.
(7) Isaías, 23, 7.
(8) Ezequiel, 27, 4 y 12-17.
(9) RADIO TELEVISIÓN ESPAÑOLA, Por las rutas del vino, 1996.
(10) RADIO TELEVISIÓN ITALIANA, Toledo, 8 de marzo de 1996.
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